—Bienvenido a una parte cercana al infierno para algunos humanos. — habló estirando los brazos mientras Louis por milésima vez, fruncía el ceño confundido. — Hace décadas, esto era una escuela con métodos poco ortodoxos, nada comparada a como ahora la conoces.

— ¿Tú como sabes de esta área? Nunca te había visto por aquí. —Preguntó con cautela el menor.

Una sonrisa de lado se formulaba en el rostro del ojiverde.

—Digamos que tengo personas cercanas por aquí, conozco la escuela mejor que nadie, fui obligado a venir a esta institución hace algunos años. — Louis miró con atención a la persona frente a él y esperó que hablara más sobre lo que sea, quería saber un poco más sobre aquél hombre que parecía guardar más de unos cuantos secretos que no se deben revelar... parecía guardar los secretos más oscuros del infierno y vaya que Louis era curioso, él quería saber más. —Esta zona... es diferente.

— ¿Diferente?— Preguntó intentando que hablara más, aun cuidando de no ir muy deprisa.

Bambi; tras los métodos poco ortodoxos del fallecido director, esta escuela se rige bajo otros directores igual de desquiciados por "querer mejorar la humanidad", son solo seres miserables que creen que tras torturar o golpear a los chicos los ayudarán.—Hablaba con frialdad, y algo de asco por las personas de las que hablaba o lo que recordaba.— El Director de ahora, Jeffers, ¿igual es tu Director, no?— miró al ojiazul y éste asintió— Bien, él es igual a todos los bastardos con ideales de cambiar personas que no necesitan ayuda, dañándolos, obligándolos a hacer cosas asquerosas e inhumanas...

—Y te obligaban a hacerlas...— habló para sí mismo el castaño, pero el ojiverde ya le había escuchado, con una expresión tan neutral siguió hablando.

Lo único que hacen... es desatar monstruos, Louis. Así que da gracias al cielo que no eres tan problemático para que te metan en esa zona a pudrirte. —Lo miraba, expectante, analizando las expresiones de su rostro, sólo podía ver miedo en el semblante de aquél ciervo de ojos azules y eso le gustaba, estaba enfermo, y lo sabía.

Asintió comprendiendo las palabras. — ¿Quiénes están aquí?

Seguían caminando hasta que se detuvo en un marco de alguna puerta que daba vista a más pasillos llenos de puertas, dio una gran bocanada de aire y volvió a hablar, esta vez más tranquilo.

—Algunas personas miserables que cayeron aquí por error, inocentes, culpables... igual hay gays, lesbianas y heterosexuales. Éstos no son como los que acostumbras ver, aquellas personas amables. Aquí solo hay problemas, hay personas psicópatas, que han llegado a matar, violar o secuestrar, mutilar a sangre fría, la venta de drogas ilegales, o que han sido obligadas a hacerlo. Personas peligrosas, te aseguro que ninguno de tus amigos quisieran estar aquí. No durarían ni un día en esta área. —Louis sabía que él tenía razón, se notaba la sinceridad en sus palabras, eso le hizo erizar la piel. Soltó un poco de aire que guardaba antes de mirar la expresión de terror del más joven— Será mejor que salgas de aquí, no querrás ser visto por algún chico que pueda convertirte en su nuevo juguete. — Diciendo estas palabras él sólo rió un poco, no iban a hacerle nada a ese niño bonito con aspecto de chico rebelde, él no iba a permitirlo.

Había investigado a Louis un poco, él gracias a su vestimenta aparentaba ser un joven problema, cuando era tranquilo, no era alguien que necesitara protección, sabía cuidarse y salir de peleas casi limpio, pero tampoco iba a permitir que algo le sucediera.

— ¿Podrías ayudarme a salir de aquí?— Preguntó al ver que el hombre no tenía más intenciones de hablarle.

Él asintió sin mirarlo.

Monster » l.s. ©Where stories live. Discover now