El alfa se había convertido en un ser avaro que solo amaba el dinero y no le importaba el medio para conseguirlo ya que, el imperio que había forjado con Le Ciel Sale, había sido a costa del cuerpo de omegas, incluso, su propio omega, y esa era una razón suficiente para que esa compasión se esfumara de inmediato al recordar el ser malvado en quien se había convertido el alfa con aroma a sándalo.

Por otro lado, Harry también había conocido en Le Ciel Sale el otro lado de la moneda: omegas y betas disfrutaban brindar espectáculos en el lugar y, además, vender su cuerpo a cambio de fortunas que los clientes adinerados pagaban por ellos. Harry no podía comprender cómo disfrutaban de la ultrajante venta de su cuerpo, debido a que había crecido en un mundo de prostitución y drogas, y bajo ningún punto de vista podría considerarlo como algo bueno, sobre todo, al recordar a Donatella y todo lo que ella había sufrido.

No había un solo día en el que Harry no recordara a su hermana. La extrañaba, tanto como la necesitaba para recuperar un poco de la calma que le había sido arrebatada la noche en que pudo escapar del infierno en el que vivía, a costa de su hermana, quien se había sacrificado para que él pudiera ser libre. Junto con Niall, la había buscado sin cesar, encontrando una pista de ella en Winchester, pero el beta le había recordado que esas cosas llevaban tiempo, pero que tarde o temprano la encontraría y la regresaría a casa junto a él y a la cachorra.

Unos pequeños golpes en la puerta lo sobresaltaron, haciendo que prestara atención nuevamente a su alrededor.

—Adelante —respondió rápidamente.

La puerta se abrió descubriendo a Zayn elegantemente vestido con un traje entallado negro; su blazer lucía delicadas figuras trazadas con canutillos negros y plateados. El pantalón de vestir se ceñía a la medida justa a sus trabajadas piernas. Su cabello negro azabache estaba prolijamente peinado con un jopo hacia atrás, dejando en libertad a un rizo que caía descarado sobre su frente.

Harry permaneció observando durante unos segundos las facciones del alfa que parecían poseer rasgos árabes, los que le otorgaban una belleza cautivadora. Zayn era un alfa completamente hermoso, el omega podía apreciar su belleza y atractivo, aún así, cada acercamiento que tenía con este le ponía los vellos de punta y no se debía al esplendor del mismo, sino al temor que le provocaba la maldad en él.

Aún en el umbral de la puerta, Zayn relamió sus labios, deleitándose con el cuerpo de Harry cubierto con en el fino y sensual albornoz que había comprado para él. Caminó hacia el omega, quien todavía permanecía de pie frente al espejo y se detuvo detrás de este sujetándolo de su cintura.

—Te ves hermoso —halagó e hizo a un lado el cabello del omega para acercar su nariz al cuello de este—. Ese perfume te sienta de maravilla. —Pegó los labios a su cuello y los dejó descansar unos segundos allí en tanto presionaba un poco la cintura del menor.

Harry cerró los ojos con fuerza y presionó las manos en el borde del tocador ya que odiaba esos acercamientos. Su piel solamente anhelaba el toque gentil de su dulce alfa, la suavidad de sus caricias que solían encenderlo con tanta facilidad. No obstante, el toque de Zayn le revolvía las tripas, no importaba cuánto se esforzara por verse a gusto, simplemente le disgustaba.

—Esta noche recibiremos la visita de cuatro importantes empresarios —habló otra vez el alfa despegando poco a poco los labios del cuello del omega—. A Victorine se le hizo conocido el nombre y averiguó de quién se trataba. Es uno de los dueños de una prestigiosa empresa de insumos médicos, por lo que necesito que tú y Damiano se encarguen de ellos. Quiero que atiendas a Payne y luego Complacencia se encargará del resto —explicó con interés y acercó otra vez la boca al cuello de Harry—. Quiero que lo atiendas como solo tú sabes hacerlo. —Llevó su mano a la columna del omega y dirigió la caricia por aquel sensual y pronunciado camino, deteniéndose en el nacimiento de su culo—. En el momento en que esté listo, lo atenderá Damiano. ¿Comprendes, ángel?

El Camino a casa [II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora