Capítulo 15: El mar de mentiras que inunda tus ojos y amenaza con ahogarnos (B.)

87 22 82
                                    

Blake

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Blake

Nunca llegué a imaginar que alguna vez me encontraría en una posición como la actual, pero mucho menos que mi seguridad y confianza se resquebrajarían por completo para dar paso a un caos interno provocado por la mezcla interna de perplejidad y nerviosismo.

Puedo asegurar que debo estar luciendo muy patético frente a él, lo que me causa vergüenza por cómo me estoy comportando y pena propia porque esto no es muy cool de mi parte.

Pero cualquiera estaría igual que yo si se encontrara en mi posición, es decir, ¿cómo puedes reaccionar cuando te sueltan en toda la cara (y sin anestesia) que descubrieron tu mentira? Ni siquiera se me llegó a cruzar por la cabeza que era una opción, así que no me preocupé por pensar en alguna excusa coherente y, ante todo, creíble para defenderme.

Ahora entiendo la estúpida frase «la mentira tiene patas cortas», aunque sinceramente hubiera preferido no entenderla a través de la práctica, me daba por satisfecho con saber el significado.

La rapidez con la que cambian las cosas es tan inesperada y sorpresiva, cuando menos lo esperas todo se puso de cabeza, quizá pasas de estar en una posición para tomar la otra.

Y eso último es lo que acaba de sucederme.

La buena tarde que pasé con el grupo el domingo fue casi borrada cuando hoy, apenas desperté, recordé la ceremonia que se llevaría a cabo para la presentación oficial de las listas participantes en la elección del Consejo Estudiantil.

Es increíble que me haya olvidado de algo tan importante para mis compañeros de campaña, al igual que riesgoso para mí en cuanto a la situación actual en el BA. Sigo sin poder aceptar que fui así de descuidado.

No es que tuviera algún problema con pararme junto a los chicos frente a todos los demás alumnos... Bueno, casi todos, pues sí existía un pequeño grupo de personas a las que no quería darles la cara. Es decir, ¿cómo me verían cuando se enteraran de que formo parte de una lista con un puesto valioso a pesar de que ya ocupo un cargo en el curso? Se supone que eso no se podría, pero aun así yo lo estoy haciendo sin inconveniente.

Además, no sabía de qué manera debía actuar cuando me topara con la lista de William. Es que literalmente me estoy enfrentando con mis propios compañeros de curso, y también pareciera como si quisiera acaparar todo lo que pueda sin importar nada.

Mirándolo desde la perspectiva de un tercero, sin dudar pensaría que tengo privilegios y los directivos cumplen con cualquiera de mis caprichos, cuando no es así, al menos no los mío, mas sí los de mis padres. Si por mí fuera, ni en esta u otra vida me hubiera inscrito (a voluntad) para competir por el Consejo; me da lo mismo, no me interesa.

Lo peor es que ya le arrebaté el cargo a William en nuestro curso, cuando de los dos solo a él le importaba de verdad y le hacía ilusión ocuparlo, y ahora vuelvo a interponerme una vez más no solo en su camino, sino también en el de Noah y Mia, como si me diera igual cualquier cosa y lo único que me importa es abarcarlo todo, sin ceder nada.

Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)Where stories live. Discover now