Mira al pelirrojo, que se está echando una copa de vino blanco mientras ve como su chica se acerca lentamente.

-Fred- llama, pero él no responde -, no me has dirigido la palabra en toda la noche- replica, acercándose más -, te has puesto muy lejos de mí- el mayor la mira, bebiendo de su copa sin decir nada -. Fred- vuelve a decir, mirándolo con fijeza -, siento haberte dicho eso- resopla -. No quería que te sintieras mal... de verdad.

-No, por mi no te preocupes- bebe el último trago y se echa otra copa -, que yo lo único que siento son celos, ¿no? No puedo sentir otra cosa, así que no puedo sentirme mal.

Ella suspira.
-Sabes que no quería decir eso- niega, acercándose para quedar frente a él, pero Fred no la mira -. Sólo quería estar tranquila, y me molesta que te pongas tan celoso de cualquiera. Perdóname, ¿quieres?

-No es de cualquiera- se gira para mirarla, atreviéndose a hablar con ella -, es alguien que intentó besarte cuando estábamos juntos, Ylenia, y apenas te conocía- replica, y ella aparta la mirada -. Y Theseus. Theseus ha sido tu novio... creo que es normal si no me siento bien cuando estás casi todos los días con él.. ¿no crees?

Ella agacha la cabeza.
-Lo siento- traga duro para atreverse a contarlo -. No he estado con Theseus por gusto- mira sus ojos, hablando con sinceridad -. Ojalá hubiera pasado ese tiempo contigo y con los niños, Fred, de verdad... pero

-Pero- la interrumpe bufando.

-Déjame hablar, Fred- pide, y él cede con algo de fastidio -. El día que Newt llegó, Theseus me ofreció algo.. de trabajo. Querían abrir una sucursal con una pequeña asociación social- explica -, se lo encargaron a Theseus, y él pensó en mi. Pensó en mi para el trabajo, Fred. Así que todo este tiempo estuvimos construyendo la sucursal en el Ministerio, desde cero, por eso he pasado tanto tiempo con él... no por cualquier otra cosa que pienses.

-¿Vas a trabajar?

-Ya es hora- asiente -, la sucursal estará lista para inaugurar en unos meses... los niños casi tendrán un años y tenemos a gente que nos ayude, Fred... podremos irnos a nuestra casa.

Él sonríe leve y torcidamente.

-¿Me perdonas?- pregunta Ylenia - Por no contártelo antes... quería que fuera una sorpresa... y por hablarte así.

Fred calla.

La castaña se acerca hasta quedar pegada a él, se alza un poco, y cierra sus ojos para darle un duradero beso a su prometido.

El pelirrojo abre los ojos, perpetuo.
-Has perdido la apuesta.

Ella sonríe, ahuecando las manos en el cuello del más mayor.
-Si eso era lo que tenía que hacer para que me perdonases...

Niega, sonriente.
-Perdedora- dice con burla y se inclina para volver a besarla con más intensidad.

Ella sonríe en el beso, notando como las manos de Fred apretaban su trasero con ganas, ella mete las manos en la camisa del mayor y araña levemente la parte baja de su espalda.

El pelirrojo de separa, viéndola con atención, una mano amasa su trasero, y otra va hacia el cuello de la chica.

-Que de menos he echado a tu culo- persiste, apretando su cuello con levedad mientras le sonreía con fijación.

Ylenia, que sonríe dulcemente con falsa inocencia, agarra la mano de su prometido para meterla bajo su falda. Hace un puño y comienza a mover la parte de los nudillos sobre su ropa interior.

-Me pones muy cachonda cuando te enfadas- admite, sonriendo algo excitada por los movimientos que Fred hacía con su puño -. Esa cara de molestia y ese templante serio... estás muy sexy.

-Tendré que enfadarme más a menudo- suspira, agachándose para besar su cuello mientras sigue los movimientos.

Dura unos segundos excitándola, pero una tos los interrumpe.

-Hombre, ya estabais tardando en dar el cante- bromea George, entrando a la cocina mientras la pareja se separa.

Ylenia algo avergonzada, y el gemelo mayor molesto por la interrupción.

-¿Qué?- George se sirve una copa de vino -, ¿ya lo habéis arreglado?

-¿Se lo has contado?- pregunta la castaña a su novio, el que niega.

-No me hace falta- bufa el pelirrojo menor -, se nota cuando estáis peleados... por Merlín, si Fred no puede estar separado de ti ni tres minutos y se ha sentado a seis asientos de separación... Venga hombre...

-Es que es muy escandaloso tu hermano- replica ella.

Fred se encoge de hombros.
-¿Y qué hago?

La Lupin niega levemente.
-Anda, vamos a llevar las copas ya.

Cuando se dispone a coger los vasos con ayuda de su cuñado George, recibe una nalgada de parte de su prometido.

Ella ríe, pero le regaña falsamente por la presencia del otro Weasley.

Ella ríe, pero le regaña falsamente por la presencia del otro Weasley

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