4. La fiesta del demonio.

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Nota: Un año nuevo a comenzado y con el traigo mis primeras ideas. Que empiece "Rita: La Obsesión Original" en la plataforma literaria de Wattpad, desde el 28 de Abril del 2022.


Rita

2 de Agosto | Lunes

Rita se sentía mareada y más que nunca en un desenfrenado estado de éxtasis, lo había alcanzado y ahora más que nunca no lo soltaría. Por primera vez en su vida se estaba divirtiendo y la verdad era que ella no quería que esa diversión acabara. Sus tíos después de todo les habían dejado ir a la fiesta a ella y a Lu. Por supuesto que al final acortaron usando el típico «Y no sé alejen de Britto, el las protegerá si le necesitan». Se habían ido montados en el peligroso auto de el atolondrado de su primo, algo que la consciente Rita no haría ni en sueños. Pero en estos momentos en que bailaba frenéticamente y de un modo que muchos considerarían impropio contra un chico bastante guapo llamado Manu, fue que se dió cuenta de que no le importaba nada. Se encontraba en esa fiesta para bailar, y esa acción queda muy bien si la juntas con las palabras euforia infinita.

Sentía como pequeñas gotas de sudor se pegaban por su cuerpo y descendían por el al son de su baile. Se sentía como Baby de Dirty Dancing cuando bailaba de manera caliente con el personaje de Patrick Swayze. Sus cabellos se pegaban a su frente, se sentía como una diosa, la fiesta estaba muy animada. Sentía la respiración de Manu en su cuello, su aliento la golpeaba constantemente en esa zona. La adrenalina, las sudoraciones, las miradas cargadas de gran lascivia creaban en el ambiente una estela cargada de euforia.

Bailaba dándole la espalda al chico y meneando sus caderas al mismo ritmo que el, de alguna manera eso le sobre excitaba. En la fiesta todos vestían con ropa ligera, que dejaba mucho que entrever en cuanto al cuerpo. La música sonaba y repercute por toda la habitación, sabía que quien quiera que haya montado la fiesta debía de tener unos padres con mucho dinero. Vasos de plástico de color rojo con bebidas alcohólicas, tequila, whiskey entre otras son las muchas cosas que puedes encontrar en esa casa de locos. En medio de todo este drama la canción «Cariñito de Delaporte» se hizo presente, y la cosa se puso muy animada. Rita se separó del chico, Manu y se giró para poder verle, eran un moreno bastante sexy, que seguramente pensó que tendría la edad de Lu y Britto.

Sin más le agarró de sus mejillas suavemente—Escucha, ya me tengo que ir, a sido divertido bailar contigo—Suelta una risa—A lo mejor podemos vernos por ahí, o tal vez no— La joven se encogió de hombros, apartando sus dedos de sus mejillas—Adiós Mary Carmen—Se despide de el para comenzar a buscar por toda la casa la cocina donde se encuentran los vasos rojos con bebidas alcohólicas en ellos.

La Rita consciente de sí misma ahora bajo los efectos del alcohol y las pastillas de Lucero nunca habría hecho algo como eso, es una completa antisocial que no baila en fiestas y se restriega con chicos calientas debería de estar ruborizada y acurrucada en algún lado en lo más profundo de su ser. Negar que en esa casa bajo los efectos de la música y el ruido, más el ambiente cargado de esa poderosa tensión lasciva que se puede percibir desde kilómetros cualquiera perdería la cabeza. Se veía tentada a experimentar nuevas sensaciones, y estás llevaban mucho tiempo ocultas en si misma, como por ejemplo el beso. Aunque esta sabía muy bien que no le gustaban las mujeres igual la sensación lasciva y placentera que produjo en ella de alguna manera extraña le gustó.

Llegó a la cocina después de una sesión de risas, empujes y movimientos pélvicos. Literalmente podías sentir en el ambiente la revuelta de las hormonas en los adolescentes, era delicioso. Y cuando llegó una carcajada súbita le invadió al ver la imagen tan decorosa que tenía en frente. Su primo Britto se encontraba en una posición bastante posesiva con una chica, esta estaba sentada sobre la encimera de la cocina mientras recibía un pasional y brusco beso por parte de el joven. Este la tenía agarrada del pelo, mientras la muchacha solo se dejaba llevar por el. Estos nadamas notar su carcajada se separaron lentamente para mirar en dirección a la muchacha y sonreír—¡Prima!—La saluda efusivamente, sus ojos estaban rojizos debido a la gran borrachera que tenía, y Rita sólo se reía de el—¡Te estás divirtiendo!—Le pregunta el alzando la voz a lo que ella asiente con la cabeza.

Rita: La Obsesión OriginalWhere stories live. Discover now