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CUANDO DAK ABRE LA PUERTA del edificio, yo estoy justo detrás de ella. En

cuanto cruza el umbral, la música comienza.

Y ella se detiene en seco.

Se hacen llamar The Three Man Band. Son músicos ambulantes. Literalmente.

El cantante tiene una guitarra colgando de una correa a través de un micrófono

conectado a su pecho y sus hombros. La baterista tiene un conjunto de seis piezas

en un arnés en el frente—como un niño en una banda, pero mucho más genial. El

último tipo tiene la combinación de una base de guitarra y un teclado,

descansando en una plataforma en su cintura.

Realmente no es tan cursi como suena. Son muy buenos. Como una de esas

bandas que hacen covers y que tocan en la costa de Jersey en el verano. Están

tocando “Caught Up In You” de 38 Special

Dak me sisea a través de sus dientes. —¿Qué demonios es esto?

Me encojo de hombros. —Bueno, no sé cómo tocar la guitarra. Y no puedo

cantar. Así que…

Sé lo que estás pensando. ¿Música, Jamie? Ese es el gran plan. ¿No intento eso

Billy? Sí, Warren intentó esta estrategia y falló. Pero esto será diferente.

Mejor.

Más largo.

The Three Man Band son mobiles. Lo que significa que pueden —y lo

harán— seguir a Dak todo el día. La serenata será no sólo con una, sino decenas de


canciones cuidadosamente escogidas. Y no, esto no es todo el plan. Es sólo el

primer pasó. Hay más.

—Te odio.

No, no lo hace.

Deslizo mi flor no reclamada detrás de su oreja. —Escucha las palabras,

Dak.

El cantante canturrea acerca de un hombre de rodillas, que está tan

enamorado que quiere cambiar, ser mejor — más. Por ella.

Dak arranca la flor de su pelo y la tira al suelo. Luego me empuja

caminando hacia el ascensor y entra.

Y The Three Man Band siguen alrededor de ella. Todavía tocando.

Se ve horrorizada, ¿no? Cuando las puertas se cierran, casi me siento mal.

Casi.

enredadosWhere stories live. Discover now