20

11 1 0
                                    


20

ESO ES TODO. Esa es mi historia. El ascenso. La caída. Fin. Y ahora —aquí estoy—

en este pésimo restaurante al que Alexandra y Matthew me arrastraron, donde

acabo de decirles más o menos la misma historia que te conté.

Cuando yo tenía seis años, aprendí a montar en bicicleta. Como todos los

niños cuando les quitan las ruedas de entrenamiento, me caí. Mucho. Cada vez que

esto ocurría, Alexandra era quien estaba allí. Me quitaba el polvo, besaba los

raspones y me convencía de volver a subir. Así que es natural que espere que mi

hermana sea compasiva sobre mi angustia. Suave. Simpática.

Lo que consigo es—. Eres un maldito idiota, ¿lo sabes, Jamie?

Apuesto a que comenzabas a preguntarte por qué la llamamos La Perra.

Bueno, aquí lo tienes.

—¿Perdón?

—Sí, lamentable eso es lo que eres. ¿Tienes alguna idea del lío que has

hecho? Siempre supe que eras malcriado y egoísta. Diablos, yo fui una de las

personas que te hizo de esa manera. Pero nunca pensé que eras estúpido.

¿Eh?

—Y podría jurar que naciste con testículos.

Me ahogo en mi bebida. Y Matthew se ríe.

—Estoy siendo seria. Recuerdo perfectamente cambiar tu pañal y ver a esos

pequeños y guapos chicos colgando allí. ¿Qué pasó con ellos? ¿Se encogieron? ¿Desaparecieron? Porque esa es la única razón en la que puedo pensar para

explicar el por qué te comportarías como un cobarde patético-sin-bolas.

—¡Jesucristo, Alexandra!

—No, no creo que ni siquiera Él pueda arreglar esto.

Defensiva ira se filtra en mi pecho—. No necesito esto ahora. No de ti. Ya

estoy abajo, ¿por qué mierda me estas pateando?

Ella se burla—. Porque una patada en el culo es exactamente lo que

necesitas para levantarte. ¿Alguna vez pensaste que cuando Kate dijo que estaban

“muy bien”, quizás se refería a que habían hecho las paces? ¿Que habían decidido

ser amigos? Separarse amigablemente. Si supieras la mitad sobre mujeres como tú

crees, entenderías que nadie querría poner fin a una relación de diez años en malos

términos.

Ni siquiera tiene sentido. ¿Por qué querría ser amigo de alguien que solía

enredadosWhere stories live. Discover now