Resignado tuvo que volver a darse la vuelta con vista a las ventanas del departamento en espera de que le "informen".

-¡Se lo merecían y lo volvería a hacer!- , Aemon gritó provocando la ira de la mujer quien lo golpea en el brazo por interrumpirla antes de siquiera contar algo.

Una queja sale de los labios del de ojos violeta quien masajeaba la zona afectada, en tanto Caesar simplemente rodó los ojos y decidio meterse a su habitación.

Una tos fingida lo vuelve a interrumpir, seguido del movimiento de un papel en el aire.

En su mente solo contaba en retrospectiva hasta uno para que la mujer comience..

-¡Aaaah!- allí estaba- te admitieron amor, ¡obtuviste la beca!- no supo ni en que momento la pelirroja había llegado para encerrarlo en un abrazo muy "incomodo e indeseable", suspirando cansino intenta alejarla con algo de "gentileza".

Aemon al darse cuenta se ríe escandalosamente y salta contra el cuerpo del rubio uniéndose al festejo.

-Ooow eres tan listo cariño-, apretujaba las mejillas del niño con azulada mirada mientras elogiaba su buen cerebro.

No aguantando más el menor de los tres empuja a ambos tan fuerte como puede antes de encerrarse en su habitación.

Aemon y Karissa no aguantan la risa por la reacción del "festejado".

-Sus reacciones antisociales nunca decepcionan- opina el de ojos violetas acomodandose en un sillón.

-Solo es tímido, no sabe manejarlo- excusa Karissa aun contemplando la carta- además..¡tu!- lo llamó señalando al chico- ¡estas castigado por salvaje Aemon!- su última acción tenía una consecuencia.

.......

-Malditos humanos..- apenas era audible, sin embargo repetía las mismas dos palabras desde hace años, era difícil aguantarlos.

Lo único que no terminaba de recordar era a ese sujeto, su último oponente en el Ragnarok, aun no puede creer que haya sido derrotado, incluso su reacción al morir era incredulidad, ¿sería verdad?.

"Convertirse en polvo y perderse en los confines infinitos del espacio".

¿Eso se traduce a dejar su titulo y su inmortalidad?, nunca ha podido dormir tranquilo desde el día en el comprendió el hombre que era antes.

Poseidón.

Aquel que perdió contra..un humano, ahora era otro humano.

Que sangraba dolorosamente, que sucumbia ante los años como un mortal, no se permitiría más defectos, su mortalidad nunca le significaría debilidad, los sentimientos mundanos, las emociones innecesarias, no tendrían cabida en él. Se mantendría fiel a sus creencias muy lejano a la inmundicia que los demás intentaban ofrecerle.

Caesar..

Solamente era una máscara para encubrir algo que nunca un humano podría aceptar.

Una máscara que odiaba tanto o más que a esos dos humanos, que tenía como familiares.

-¡Caesar!, ¡Caesar!- esa puerta estaba siendo azotada por el "estúpido de Aemon", nunca lo dejaban en paz- ¡sal a comer bebe llorón!, ¡ahora!- lo dejaría caer desde el piso más alto del edificio más alto del mundo para ver si asi lograba cerrarle la boca.

...........

-Apresúrate Caesar- estaba por tomar la mano del menor pero fue alejada por el mismo quien se adelantó en su caminata fastidiado- Ay..- cualquiera en la calle diría que odiaba a su hermana por como la trataba, se encogió de hombros acostumbrada a su carácter- tu uniforme es tan hermoso, ¡estoy segura! aun con ese ceño fruncido seguirás luciendo como un príncipe cariño- no se cansaba de hablar generando más estrés para el rubio.

『 Meraki』【℘ơʂɛıɖóŋ】ⓢⓝⓥDonde viven las historias. Descúbrelo ahora