Capítulo uno

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JungKook POV.

—Jeon JungKook, veintitrés años, condenado a cinco años en la prisión de Busan por homicidio —dictaminó el juez—. Procedan —ordenó a los guardias que se encontraban en el juicio.

—¿Puedo despedirme de mi madre y hermana? —Pregunté mirando al juez, con la esperanza de que accediera a mi pedido—. Por favor, señor juez.

—Que sea rápido —me volteé y miré a mi madre, quien lloraba, pero que en seguida limpió sus lágrimas cuando notó que la miraba, mi hermana se aferró a nuestra madre, dejando salir sus sollozos.

—Mamá —Dos guardias a cada lado, esperaban que terminara de despedirme—. Cuídate y cuida de mi hermana ¿sí? —mi madre tomó una de mis manos, siéndole difícil, pues las tenía esposadas—. No te pongas triste, sólo serán cinco años, pasarán volando —le sonreí, pero ni aun así conseguí que dejara de sollozar—. SeulBi, cuida de mamá, no le causes problemas. Ve a clases todos los días y estudia mucho.

—Hermano... —con dificultad logró hablar, sólo me miró y me abrazó como pudo—. Eres un tonto...No deberías pagar por eso...

—Tranquila, estaré bien —besé su hombro y me alejé—. Cuídense y mamá —la miré con seriedad—. Por favor, deja de buscar un hombre parecido a nuestro padre, no habrá ninguno como él. Acéptalo.

—Se acabó el tiempo, llévense al prisionero —ordenó el juez y los guardias me tomaron de los brazos—. Llévenlo a la prisión.

—Cuídense —alcancé a decirles antes de que me sacaran de la sala donde se llevó a cabo mi juicio.

Estaba a minutos de comenzar una nueva vida, una diferente a lo que estoy acostumbrado, una prisión, con todo tipo de gente. Me asustaba el hecho de tener que convivir por cinco años con asesinos, violadores, estafadores, ladrones, drogadictos, traficantes o más, me asustaba y mucho, pero ahora soy uno de ellos. Debo pagar por un crimen del cual no me arrepiento, tomé la decisión de pagar por ello, consciente de las consecuencias que me traerían, no me arrepiento y no lo haré jamás. Estaré encerrado, tras las rejas, pagando por un error, aunque más que un error fue justicia, algo que debía hacer como el hermano mayor, no podía permitir que mi pequeña hermana, con tan solo dieciocho años tuviera que pasar por algo tan horrible, tiene muchas cosas que disfrutar, en cambio yo.... Yo sólo debo pagar.

No era el único al que llevaban en el bus de la policía. A mi derecha iban dos, tres más atrás, exactamente dos asientos alejados de mí, y uno al final. Los guardias del bus nos iban vigilando, de seguro para evitar que quisiéramos huir o atacarlos, aunque lo dudo, pues todos íbamos con los pies y manos esposados, la cadena comenzaba en el cuello, seguido las manos y terminando en los pies.

—¡Tú! el del final, basura —uno de los guardias se levantó y caminó hasta el que estaba al final—. Muévete basura, serás llevado al corral con los que son como tú, escoria —lo agarró del brazo y comenzó a empujarlo hacia adelante, éste trataba de forcejear y mostrar rebeldía, ganándose un fuerte golpe con el palo que tenía el guardia en sus manos, directo en la espalda—. ¿Quieres otro?

—No.

—Muévete entonces, basura —lo sacó del bus, frente a la prisión, exactamente en la entrada, una gran puerta de fierros, cruzados vertical y horizontalmente, formando cuadros pequeños, terminando en finas y puntiagudas puntas, de seguro podrían matarse si trataban de saltar y huir por ahí arriba—. Los de adentro son asesinos, llévenlos con los demás, esta basura irá al corral antes.

—Arriba escorias, es hora de ir al lugar que pertenecen —nos hicieron bajar del bus, nos registraron antes de entrar, asegurándose de que no lleváramos nada que no correspondiera. Seguimos un enorme pasillo, llegando a la sala principal, nos entregaron unos trajes, el cual consistía en un pantalón plomo y una camisa blanca, en las camisas tenían nuestros nombres y apellidos y unos zapatos negros. Ya listos, seguimos el camino, siendo guiados por seis guardias, de pronto comenzamos a escuchar muchos ruidos, gritos... ¿acaso estaban peleando? —. De seguro es alguna riña —comentó el guardia que iba junto a mí, a su colega que se encontraba al final.

Saga Jailed (JiKook)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum