Parte 1

53 6 0
                                    

Se habían conocido de toda la vida, sus casas eran vecinas y sus madres se había hecho amigas por la constante convivencia y por las citas de juegos acordadas para que sus hijos pudieran pasar el rato.

El creció siendo un chico callado, observador y listo. Que le gustaba unirse a la aventuras de su hermana y amigo, pero siempre fue más sensato y reservado. Era él quien sacaba de problemas a Eren y Mikasa. A diferencia de Eren que era el tipo de chico problemático, que los había llevado a huir de Carla y Kuchel muchas veces para evitar el castigo, alegre y entusiasta que muchas veces le sacó de quicio, pero que tenía un buen corazón.

Tan distintos y a la vez con una vida tan similar que los llevo a ser unidos, ser amigos y con el tiempo algo más.

Su madre, quien cumplía el rol de madre y padre, y quien desde que tenía memoria siempre había estado sola a pesar de ser una mujer hermosa, nunca presto atención a las pretensiones o halagos de nadie, para su madre solo su gemela y él valían su atención y tiempo. Algo que apreciaba mucho y no quería que eso cambiara por nada.

Fue cuando su hermana, con siete años de edad, pregunto por su padre que su madre simplemente se encogió de hombros y con sencillez expreso la triste verdad. Esa tarde su hermana lloro mucho y vio la tristeza y culpa en su progenitora. Por eso se hizo la promesa de no dejar que nadie lastimara a su familia y junto a Kenny, el hermano mayor de su madre y ex militar, aprendió todo tipo de auto defensa y manejo de armas. Así evitaría que cualquier idiota dañara a su hermana y mamá, porque aunque jamás lo admitiría sabía que así como su madre, Mikasa sería una chica preciosa y no permitiría que un imbécil la usara y votara. Su vida giraba en torno a esas dos mujeres que eran su vida...

Su madre una mujer bella, alegre e ingenua con un buen corazón que se enamoró de la persona equivocada. Un amor que la hizo sufrir por mucho tiempo y del cual nació él, lo único que traía alegría a su madre y por ello se esmeraba en no preocuparla, en no dañarla porque para él su madre era lo más importante y lo mejor que tenía. La cuidaría de todo y todos, en especial de su padre que de vez en cuando lo llamaba para "estrechar" lazos parentales, como si una llamada cada dos meses fuera a compensar la falta que le hizo. Su madre era una mujer fuerte, una mujer que no se dejó quebrantar por el calificativo "amante, mujerzuela, rompe hogares", una mujer que lo educo, crio y cuido de la mejor manera, dándole todo lo que le era posible, por ello y para ella es que siempre busco dar su mejor, aunque se le dificultase...

Ambos tan centrados en sus respectivas familias, pues era lo único que tenía y lo consideraban su mayor tesoro, que cuando el amor empezó a surgir en ellos no entendían que era eso que los impulsaba a buscarse el uno al otro, a pasar el mayor tiempo posible junto al otro. Se volvieron el refugio del otro cada tristeza, dolor, presión, alegría, emoción y logro, todo era compartido primero al otro antes a cualquier otra persona.

Aunque para su familia, sus madres especialmente, no pasó desapercibido el brillo en los ojos de sus hijos al verse, cuando hablaban del otro o la nostalgia y emoción con el que esperaban el siguiente encuentro.

Tardes yendo a comer un helado, a pasear, a hacer las compras, compitiendo en un nuevo juego, la escuela, vacaciones y fiestas especiales. No debería haber sido una sorpresa que los sentimientos fueran creciendo.

Fue una tarde, luego de la escuela regresando a casa comiendo un helado, cuando un castaño muy nervioso decidió confesar sus sentimientos.

Te gusta? — La incrédula voz de su gemela le saco de su actual estado de Shock, un estado en el que se vio sumergido después de la inesperada declaración de su amigo de infancia —

Levi, no tienes que aceptar mis sentimientos ni nada... solo quería decírtelo... — sonrió alegre a pesar de la tristeza reflejada en sus pupilas —

Yo... — se mordió el labio inferior y desvió la mirada a su hermana que le devolvió la mirada. Un intercambio de miradas en la que se comunicaron sin hablar, en la que ambos expresaron sus sentimientos —

A Levi también le gustas — fue Mikasa la que hablo ahora con su tono monótono empujando a su gemelo más cerca del castaño —

Mikasa — le gruño por lo bajo sonrojándose levemente —

Enserio...? — el brillo en sus turquesas ojos y la sonrisa en el mayor era una clara expresión de su incontenible felicidad —

Claro que sí, solo no te dejes llevar por su cara de "me apesta tu vida" porque no es así — la peli negra acomodo su falda — nos vemos luego — se despidió dejando a los chicos atrás —

Levi...? — el castaño temió que el menor estuviera enfado y negara las palabras de su gemela, y peor aún que le dijera que no sentía nada en absoluto y que le dejara en paz. No podía soportar el rechazo del chico que les gustaba hace mucho —

Me dijiste que te gustaba pero no me pediste ser tu novio — Eren creyó morir en ese momento y es que ver a Leví allí diciéndole esas palabras y sonrojado. No podía caber tanta felicidad en su "pequeño" ser —

Quieres serlo? — cuestiono tomado las manos del peli negro, controlando sus nervios y su voz —

Porque no — una pequeña sonrisa adorno su bello rostro —

No pudiendo controlar su entusiasmo Eren beso la mejilla de su ahora novio. A sus quince años empezó una relación con su primer amor, con el cual esperaba construir una vida, y si era posible vivir en esta vida por mucho tiempo juntos...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 09, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tal vez mañana (Shingeki no Kyojin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora