Sin embargo "Caesar", se tapó los oídos mientras fruncia el ceño, les dio la espalda.

-¡Oye ven aquí!, los autos son peligrosos "tonto"- predeterminado a pelear, se acercó hasta el más pequeño, queriendo llamar su atención.

-Basta, tranquilos niños, esperen un poco- los regaño aumentando su nerviosismo.

-Enano tonto aquí no es como en casa, ¡dale la mano a Karissa!- volvió a ordenar el pelirojo.

El claxon fue sonado por segunda vez, con más fuerza.

Karissa no sabia a quien mirar, un gruñido fue soltado por la boca del rubio en dirección a Aemon, no podían pelear en ese lugar.

-charge you twenty eight dollars if they upload ¡right now!

-Esta bien entonces toma mi mano enano necio, ¡te atropellaran si te sigues alejando!- le gritó Aemon al rubio, tomando su pequeña manita sin consentimiento de este quien comenzó a manotear.

Karissa estaba estresada por el claxon, la insistencia de ese sujeto con idioma inentendible solo la alteraba más y sus dos hermanos tironeando entre si era demasiado.

-¡¡Caesar y Aemon, Basta!!- gritó cerrando los ojos-, ¡comportense!- dirigió su mirada al conductor insistente- emm..¡sorry no!- de cualquier forma no entendía nada de lo que ese sujeto le había dicho.

Fue empujado con mucha fuerza al tiempo en que el pequeño rubio salía corriendo, tapando con sus manos sus maltratados oídos, "Caesar" era sensible a todo ese bullicio, su cabeza dolía constantemente desde el instante en el que vio el mar otra vez.

-Ay no, ¡Caesar!- Karissa salió corriendo apretando la mano del otro menor para evitar perderlo, cargaba como podía con la mochila con sus pertenencias.

Cada vez estaba más convencido, él no era un humano, no podía serlo, un sexto sentido espabilaba dentro de su cabeza y ya no quería estar por más tiempo junto a esos "dos desconocidos".

Seguía gritando el nombre del rubio, el movimiento de los carros era digno de una taquicardia para la pelirroja, solo un mal movimiento y era el fin.

"Poseidón es más divino, aun por sobre muchos dioses, es una existencia perfecta de principio a fin"

"Él no busca enfrentarlo, solo pisoteara a cualquier estorbo que se meta en su camino".

"Los dioses no necesitan amigos".

Ahí estaba otra vez, lastimando su cabeza, como un maldito clavo siendo empujado justo en el centro, el solo era un niño, por lo menos se veía como un niño.

Solo una vez se vio así mismo frente a un espejo, su mirada era la de un ser longevo, cansada y carente de emociones. Se asustaba consigo mismo, pero nunca admitiría eso.

-Detente ahora Caesar, ¡te harás daño!- Aemon se adelantó a su hermana logrando aproximarse más al pequeño en riesgo que seguía pasando por la avenida repleta de autos.

"No puedo creer que seas mi hermano, eres patético.."

Era un sentimiento tan frustrante, ¿su hermano?, el no tiene hermanos, no los considera.

-Tengo miedo- sin embargo su boca decía lo contrario, solo es un niño de cuatro años.

『 Meraki』【℘ơʂɛıɖóŋ】ⓢⓝⓥWhere stories live. Discover now