Luego de morir producto del veneno de una medusa, Jimin dejo el mundo humano lleno de arrepentimientos y anhelos. Pero al parecer "reencarno" o algo así intuye él, cuando una mujer desconocida afirma ser su madre, y alguna especie de extraño chaman...
Jimin no había visto nada sobre los seres alados, pero ese ser con los ojos ocupados por una pupila negra que se tragaba el color amarillo del iris, y los brazos llenos de plumas marrones, que se extendían hacía abajo semejante a una capa, debía ser uno. Con una altura superior por la forma de sus poderosas patas, que parecían de una piel callosa, cubierta apenas con gruesas plumas.
-Estas fuera de tus limites terrestre- La voz del tipo era estridente, y miro asombrado como las plumas de su cabeza parecían esponjarse, como intimidando a su contrincante.
Las águilas y los leopardos de las nieves no se llevaban bien, eran enemigos territoriales. ¿Por qué el Líder Omega estaría buscando a uno de ellos?
-He terminado con tu obsesión, no seguirás perjudicando a mi clan, hoy cumpliré mi deber como líder, aunque vaya en contra de mis sentimientos- Entonces la daga que Jimin reconocía como su tótem, brillo en la mano del Leopardo.
Jimin se tensó completamente, saliendo del trance del recuerdo. –Guía ¿Viste lo mismo que yo? Volvió a suceder
-Sí, pero sigo sin entenderlo, estas visiones no hacen parte de mis memorias. Ese Omega Líder que viste, se parece al anterior a nosotros, y yo no fui su guía. Además, mis propias memorias están difuminadas, no soy capaz de anhelar a mis antiguos amantes porque apenas los recuerdos, nada de lo que pueda mostrarte se verá tan nítido como lo que vimos- El ex terrícola estaba confundido, ocasionalmente se sumergía en estos trances, como si pudiera ver el pasado.
-¿Tendrá que ver con la Dama?- El Omega suspiro sobándose la cabeza. –O ¿Sera este mi don como Líder Omega? Ver cosas que ya pasaron.
-Imposible, solo hay cinco dones; La voz, la clarividencia, la proyección, la invocación y la clonación. No puedes tener ningún otros, jamás ha pasado.
-Pero no he despertado ninguno de esos- Frustrado recordó que Jungkook lo estaba esperando, por lo que acelero su paso hasta la salida de su hogar.
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Ya no necesitaba transmutar para llegar a la superficie, pero el extraño tirón seguía sintiéndose frío en su piel humana. –Hey Jimin, estaba a punto de ir a sacarte.
El Omega fue abordado por un caluroso abrazo, con Jungkook agarrando más confianza, al envolverlo por la cintura y elevarlo unos centímetros del suelo. –Perdón ¿te hice esperar mucho?
A Jimin solo le quedaba sostenerse al pecho del Alfa, frotándose feliz...aunque como tenía el uniforme de su trabajo, era como estar contra un suave cojín, no podía distinguir los exquisitos relieves de los músculos ajenos.
-Para nada, eres alguien puntual para estar sin reloj- El guerrero comenzó a caminar como si el Omega fuera parte del equipaje.
-Eso me recuerda que debería conseguir uno. Sé que es tarde para decirlo, pero ¿no te molesta haber tenido que hacer todos estos preparativos extras? Solo porque...ya sabes, estaba celoso- Luego de haber sido marcado con el aroma de sus dos Alfas, no tuvo tiempo para pararse a pensar, que estaba siendo muy impulsivo y desconsiderado.
