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2021, noviembre, lunes 1.


Otro día aquí. Había olvidado por completo lo que es el calor solar, el verde de las plantas, el aroma a café y del pan recién salido del horno.

Mis fosas nasales sólo captaban el olor de la medicina y encierro. Mis ojos... apreciaban el aburrido blanco que me rodeaba. Caminando en círculos, golpeando mis hombros contra las paredes al no saber por dónde más pasar. No sé qué se siente estirar los brazos, correr, golpear una bolsa de arena.

Siento que lo he perdido todo en cuestión de segundos; y Chise, mi querida Chise, la extraño tanto, mi corazón se estruja de sólo pensarla. De sólo querer oír su voz y sentir el roce de sus dedos sobre mi rostro. No he podido llamarla para darle las noticias de mi ausencia así no se preocupa ni intenta buscarme en caso de que lo haga.

Son las ocho de la mañana. Ciertamente, había empezado a distinguir el tiempo para mi fortuna; ahora es cuando encienden los parlantes y hacen aviso del desayuno.

Y tal como lo dije, un pitido hace aparición, dejándole paso a la voz de la auxiliar del hospital:

Buenos días, en breve estarán recibiendo el desayuno, son las ocho de la mañana en punto.

Tic tac, tic tac, tic tac.

Pasos provenientes hacia aquí para continuamente abrirse la puerta. HyungWon en todo su esplendor ingresando con la típica bandeja de comida, pastillas y una botella de agua. Así de rutinario ha sido en estos días transcurridos que ya lo memoricé fácilmente; ahora me da la píldora, la estanco entre la parte trasera de la lengua y mis muelas, bebo agua, y le compruebo con movimientos engañosos que la he tragado.

La música comienza a sonar de fondo. La conozco, una vez la oí en la terraza cuando estaba junto a Chise: Is this love de Whitesnake.

⎯⎯ Muy bien, Jungkook, ahora voy a quitarte esto para que comas, ¿de acuerdo? sin trucos ⎯⎯ asiento, dándome la vuelta para que pudiera hacer su trabajo en paz, una vez finalizado, me coloco de frente para sujetar la charola ⎯⎯ recuerda, tienes diez minutos, regreso en un momento ⎯⎯ dice, saliendo de la habitación en lo que cerraba la puerta tras su espalda.

Procedo a caminar en dirección de la cama, me siento en el borde del colchón, y con sumo cuidado, quito la pastilla de mi boca para colocarla dentro de la almohada, donde, un par de noches atrás, logré hacerle un pequeño agujero del lado de la pared con mi uña del pie. No es que mis uñas fueran largas, pero podía decir que estaban perfectamente acomodadas gracias a la estética coreana, además de que me costó mucho trabajo pasar repetidas veces tal zona en la tela hasta cortarla.

Pero en fin, allí escondí la píldora como al resto de éstas, sintiendo cada vez que volvía a ser yo mismo, el Jeon Jungkook de días atrás.

Tomo los palillos, sujetando una pequeña porción de arroz ante el hambre voraz que tenía. Había huevos precocinados en el otro hueco del plato, tostadas, y rodajas de banana.

Debía desayunar bien, hoy tenía una gran pelea por defender hasta conseguir la victoria. Mi primer pelea, algo que estuve esperando hace mucho tiempo, no obstante, creo que mi ansiedad se debía a que Chise estaría ahí, observando desde la multitud, gritando mi nombre con la intención de alentar.

Wasted days and sleepless nights

And I can't wait to see you again

Bebo el agua, disfrutando su frío recorrido por mi garganta en lo que se establecía en el estómago. Tan exquisita por ser que era envasada.

𝐘𝐄𝐋𝐋𝐎𝐖 | 𝐉𝐉𝐊Where stories live. Discover now