『 Ｍｅｒａｋｉ』【℘ơʂɛıɖóŋ】ⓢⓝⓥ

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      ╔═══════ ๑۩ ۞ ۩๑ ════════╗                    
  Podemos cambiar su nombre,
  pero su naturaleza y acción,
  nunca cambian.
     
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    «────── « ⋅۩Aemon۩⋅ » ──────»

   
-Ooow, es tan lindo- por milésima vez era halagado, juraba no haber visto a ningún otro neonato recibir tanto afecto antes- mira sus manitas- chilló siendo al instante callada con un "Shh" de los demás en la habitación.

La pequeña criaturita, dormía, al lado de la madre estaba únicamente una niña, Karissa era su nombre, tenía 13 años, siendo descrita con rojizo cabello idéntico al de su madre y los ojos tan negros como el grafito por herencia paterna. Hermana mayor del bebé en cuestión.

Las vecinas habían entrado sin permiso hasta la vivienda donde estaban, que por cierto no era la de Nara o el padre de esta.

Una tía abuela les dio cobijo tras el incidente que ocurrió el día del nacimiento del "bebé"(hace dos dias), de los cielos cayeron rayos impactando uno en un pilar de la ya desmoronada casa en la que habitaban, Cy puso a salvo a sus dos primeros hijos y a su suegro, cuando quiso retornar por su esposa, el recién nacido y la partera..un rayo estuvo por alcanzarlo, aun estaba traumado de lo cerca que la muerte le saludo.

Pero era capítulo pasado, todos estaban bien, ahora reunidos para felicitar a la pareja por el nuevo integrante.

Para esas vecinas y vecinos..habían algunas cosas muy extrañas con el "bebé".

-Es increíble que siga durmiendo, ayer también lo hacía- opino una regordeta mujer mayor, recordando el estado del diminuto humano un día antes.

-El siempre esta durmiendo, es muy calmado- acotó un viejito de overol.

-Demasiado.

-Como un muñequito!.

-Es verdad..

-¡Shh!- volvió a hacer el ademán para callar a los extraños, puesto que su hermanito comenzaba a removerse dentro de la bayeta manta, esta cubría su pequeño rostro casi por completo- Bebé- susurro con dulzura, además no tenía un nombre para llamarlo.

-Karissa, tu hermano también quiere verlo- dijo Cy hablando por primera vez, cargó desde las axilas a su segundo hijo hasta posicionarlo sobre la cama, el niño de tres años, de también rojizo cabello, pero ojos violeta, era la viva representación de Nara en parentesco físico, su nombre..Aemon, estaba curioso, se pasaba horas viendo al recién nacido.