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     El olor a café inundaba por completo la habitación en donde un castaño se encontraba sentado frente a su viejo escritorio, lentamente pasaba una hoja tras hoja del  libro de gruesa pasta que yacía entre sus manos, pues aquella era la quinta vez que lo leía en esa semana de encierro; la fuerte lluvia impactaba contra su ventana causando que al fin despegara la vista de aquellas amarillentas páginas y un suspiro algo pesado, escapara de sus labios. Kihyun detestaba la lluvia, aborrecía por completo los días en el que el clima era demasiado frio y abrigador, y en el simple hecho de tener que usar camisetas con cuello de tortuga, bufandas, gorros y guantes. No le gustaba el frio, mucho menos la lluvia así como antes se había mencionado y para susveintitrés años se le había considerado como un chico amargado y antisocial, un rechazado. Y aun así, a pesar de su poco gusto por el cielo gris y el viento agitado, por primera vez disfruto de aquel clima. Se colocó de pie y camino hacia la ventana más cercana a su escritorio para abrirla dejando que las pequeñas gotas impactaran su rostro y entonces sintió el gélido frio invadir sus poros; su sonrisa era inexplicable, jamás se le había visto sonreír de aquella manera, por primera vez, dio gracias al cielo por un día más de vida.

     La calidez de unos brazos invadieron su cadera y el peso de una barbilla recargándose en su hombro lo hizo reír, pequeños besos eran depositados en su cuello ocasionando que las risas aumentaran y se quejara de la persona que había llegado a interrumpir su momento de reflexión.

-¿En qué tanto piensas?

La tenue y delgada voz de su pareja lo hizo suspirar con tranquilidad llevando sus propias manos a los fuertes brazos del contrario.

-En lo mucho que te extraño y te amo. Susurro de vuelta.

Una vez en octubre. 》Showki《Where stories live. Discover now