𝐄𝐍𝐃𝐆𝐀𝐌𝐄 | En donde Elizabeth Bane regresa a Beacon Hills con la importante misión de proteger a Scott McCall, pero sus planes se ven arruinados por la presencia de un rostro familiar.
Scott McCall x oc
Theo Raeken x oc
Basado en la 5A de Teen...
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-¡Eso fue increíble!
Elizabeth se giró en su lugar, encontrándose con Kira Yukimura en medio del pasillo del instituto. Le dedicó una sonrisa timida, entendiendo que la había visto usar su magia para evitar que su celular cayera en el suelo.
-¿Crees que alguien más lo haya notado? -preguntó, guardando su teléfono en su bolso y observando su alrededor con desconfianza. Sabía que tenía que ser precavida cuando usaba su magia en público, ya que lamentablemente no todas las personas tenían una mentalidad abierta para comprender lo sobrenatural.
-No lo creo, cada estudiante esta en su propio mundo -dijo, caminando junto a ella-. ¿Qué tienes ahora?
-Biología avanzada -leyó del documento que llevaba en la mano-. ¿Y tú?
-Estoy en la misma clase -respondió, sonriendo emocionada y haciendo que Lizzie se contagiará de su entusiasmo.
-¡Qué coincidencia! Entonces podríamos...
-Feliz último primer día -Scott se unió a ellas y rodeó los hombros de Kira, para luego dejarle un pequeño beso en sus labios. Lizzie desvió su mirada, sintiendo una vez más que sobraba en la escena y acomodó su cabello hacía atrás; Finalmente Scott había notado su presencia y le sonrió amistosamente-. Hola, Elizabeth.
-Hola, Scott.
La campana había sonado, indicando el inicio del primer periodo. Los tres se dirigieron, en completo silencio, al primer piso, donde se dictaba su primera clase del día. Cuando ingresaron en el aula, Elizabeth se sentó rápidamente en los primeros asientos junto a Lydia, la cual le saludó con una gran sonrisa y luego dirigió su vista hacia a Scott y Kira, los cuales se habían sentado en los escritorios contiguos.
Elizabeth realmente no estaba prestando atención a la conversación que tenían ellos tres, debido a que estaba buscando su estuche dentro de su bolso. Cerró sus ojos por la frustración, recordando que lo había dejado en su escritorio antes de irse a dormir y por ende había olvidado traer su bolígrafo.
-Esto no puede estar pasandome el primer día de clases -se quejó en voz baja, abriendo de manera desanimada su libro de texto. Cuando estuvo a punto de usar su magia para hacer aparecer una nueva pluma, Scott a su lado le ofreció su bolígrafo, tomándola por sorpresa. Ella lo tomó indecisa, mientras se giraba a verlo y hacía contacto visual con él-. Gracias -le regaló una sonrisa cálida, notando un brillo particular en su mirada.
