Capítulo 13: La calma después de la tormenta siempre tiene repercusiones (Blake)

Comenzar desde el principio
                                    

Tomé una ducha larga, tanto así que mis dedos se habían arrugado, pero luego me recriminé por desperdiciar el agua de esa forma; salí y busqué la ropa más cómoda que haya podido encontrar, un chándal rojo abrigado y una camiseta negra dos tallas más grandes de lo habitual; ambienté el cuarto con prisa y lo mejor que pude, pues mi nana llamó a la puerta preocupada porque no había aparecido durante toda la mañana y tarde; bajé en busca de algo ligero para comer, ya que no tenía mucho apetito, pero en la mesa me esperaba un plato inmenso de comida para mí (según las palabras de aquella amable mujer que me sonreía, debía recuperar todo lo que no ingerí en el día de ayer y hoy).

Me sentí lleno luego de la sexta cucharada y estaba listo para agradecer e irme, mas me fue imposible, una mirada preocupada con una sonrisa de satisfacción al verme comer me lo impidieron. No dejé ninguna sobra sobre el plato, pero no fue por mí, sino por ella.

Luego de darle un abrazo que duró algunos segundos, regresé para encerrarme en mi cuarto, quería terminar las únicas tres tareas que mandaron, pues el mal del puerco ya estaba afectándome, es decir, mi vista volvía a sentirse pesada y los bostezos no paraban; quería dormir.

Alrededor de las once di por finalizados mis deberes. Me lancé y me envolví entre las sábanas, disfrutando de la magnífica sensación de calor contra el frío de mi piel, agarré uno de los peluches grandes que descansaban a un lado y lo abracé con fuerza.

Los segundos se convirtieron en minutos, no conseguía dormir a pesar de que mi cuerpo se sentía cansado, así que decidí revisar un rato el celular para quemar tiempo. Sin embargo, de inmediato me arrepentí, sin entrar en los chats miré los mensajes que envió Ethan preguntando si al final no iría, los de algunas personas intentando convencerme para que aceptara salir, los de Amy sobre algo de salir mañana.

Ignoré a todos. Por el momento no tenía ganas de salir o pasar un momento de calidad con alguien, me causaba estrés imaginar que quizá luego busquen reclamarme o exigirme algo que nunca prometí.

Ethan se está dejando llevar por sentimientos tan tontos, aunque le haya dejado claro mi pensar.

Las otras personas, si bien no podía asegurar nada, siempre había quienes buscaban aprovecharse de mi apellido o, si no era así, no comprendían cuando les decía que ya no se volvería a repetir.

Por último, Amy, quien me escribía todo el día sin parar, que si bien no me molestaba del todo, a veces se volvía sofocante. También estaba su intento de quedar conmigo, lo que no me molestaría, pues sería para pasar el rato y llegar hasta donde ella quiera; pero no creo que sea de las chicas que aceptarían un desplante después, así que no me gustaría arruinar la dinámica de la lista. De seguro todos se me echarían encima si lastimo a su amiga.

Pero antes de bloquear el celular, un mensaje llegó.

Kerrick: Hola, pelinegro. Te escribía para saber si mañana tienes el día libre, ya que decidimos hacer una salida con los demás miembros de la lista, por si te gustaría ir. Aunque, bueno, no tienes más opción que aceptar

De inmediato solté una risa al terminar de leerlo.

Seguimos escribiéndonos un poco más, pero siendo sincero, era yo molestándolo y él respondiéndome.

Entendí entonces el mensaje que no leí de Amy, me estaban invitando a que me reúna con ellos mañana para convivir mucho más entre los que pertenecemos a la lista.

Al final terminé aceptando. No era un plan del todo malo, podría pasar un domingo interesante fuera de casa.

Volví a reír cuando recordé su último mensaje. Luego de ello, me quedé dormido de inmediato.

Mi ambedo, tu litost (#PGP2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora