❝𝑬𝒍 𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝑺𝒕𝒂𝒊𝒏 ❪dabi x oc x bnha❫❞

「Cap 8: Dancin」

Una vez que la entrada de mi hogar se hallara abierta, entré cerrando la puerta a mis espaldas de un solo movimiento, dejando la fría noche sola.

•[Al día siguiente]• 

-Alarma de despertador sonando-.

Eran las seis de la mañana y el sonido del despertador se hizo presente en toda la habitación. Hoy era un día especial ya que en la noche iba a cumplir con lo que decía aquella nota, pero a pesar de que anoche eran buenas noticias para mí... Hoy había cambiado de opinión... Y sí... Me encontraba en una esquina de la habitación sentada en el suelo abrazando mis piernas mientras lloraba por haber tenido una idea tan loca.

-Sollocé- Soy una idiota... ¿Cómo pude haber tenido una idea tan peligrosa? -Esnifé mis mocos- Hasta le dije a mi jefe que renunciaba -Comencé a llorar más fuerte- ¿Por qué me dejé llevar? ¡Waaa~!

  •[12:15 p.m.]•

Me había dado hambre, así que bajé a la cocina y mientras preparaba mi atrasado desayuno, mis mejillas seguían húmedas por el rio de lágrimas que salían de mis ojos, mi expresión parecía a la de un perro muy triste.
Al terminar de cocinar, agarré un plato para luego servirme los waffles y acto seguido, tomar asiento en el comedor. Con melancolía cogí mi tenedor pero sin antes decir...

-Con voz temblorosa- QuIeRo A mI tÍoOo... ¡Ñam! -Comí un poco de mis pancakes-. 

•[05:30 p.m.]•

Ahora me encontraba acostada en el sofá de la sala mientras abrazaba una de las almohadas, estaba de medio lado mirando el televisor hecha bolita; aún seguía llorando, así que había decidido ver algún tipo de programa para motivarme un poco.

Hola, soy Pablo.

Soy Tayrone.

Soy Uniqua.

Soy Tasha.

Y yo...

-Interrumpí a Austin- No QuIeRo Ir, tEnGo MiEdOoOo -Sollocé-.

•[10:00 p.m.]•

La ansiada hora llegó, y yo... Estaba parada en la entrada viendo fijamente la puerta con mi ropa y abrigo puestos. Tenía una expresión seria.

-Necesitamos hacer esto -Me dije a mí misma- Todo sea por verlo de nuevo llegar todas las mañanas... Por escuchar sus historias en el desayuno... A pesar de todo... Ahora... Lo único que tenemos de él es su ausencia -Suspiré- Y eso cambiará pronto.

Sin más, agarré rápidamente la perilla y acto seguido salí de la casa más decidida que nunca para luego cerrar la puerta de un golpe y emprender camino hacia el maid-café.
Las luces de los edificios y postes gobernaban las calles mientras que mis pasos eran firmes, mantenía mis manos dentro de los bolsillos de mi abrigo donde en uno de ellos se hallaba aquél pequeño papel, los kilómetros se acortaban cada vez más y los locales cerrados de ropa se hacían presentes, la noche era más brillante que nunca a pesar de que las calles se encontraban solitarias a excepción de mi presencia, mi rostro se encontraba fresco sin importar cuánto había llorado, con cada paso que daba los minutos avanzaban, hasta que me detuve ya que al fin... Había llegado al maid-café, y este se encontraba justo frente a mis ojos. El lugar estaba cerrado ya que sin duda mis compañeras-maid habían salido temprano, observé con lujo de detalle el oscuro local y suspiré profundamente para luego sacar de uno de mis bolsillo el pequeño papel con mi mano en él, desdoblé el papel y al terminar de leer de nuevo aquella nota, miré hacia un lado del maid-café donde se encontraba un pequeño callejón el cual dirigía hacia la parte trasera de mi trabajo, sin más, comencé a caminar adentrándome al estrecho callejón. Seguí caminando hasta llegar a la esquina del local, luego di unos pasos para doblar y llegar a la parte trasera del maid-café a lo que una vez ahí, lo primero que mis ojos pudieron observar... Fue a aquél hombre delgado vestido con el mismo traje que llevaba la noche anterior, este estaba fumando mientras tenía una de sus manos metida en los bolsillos de su pantalón, se encontraba apoyado en la pared del local a lo que yo solo limpié el sudor de mis manos con mi pantalón y me dirigí hacia él.
El sujeto al percatarse de mi presencia mostró una amplia sonrisa y acto seguido, comenzó a caminar hacia mi dirección hasta que se detuvo a unos pocos metros frente a mí.