XXIV

428 21 2
                                    

Las cosas en el Imperio Otomano habían cambiado bastante desde que el Sultán Murad había muerto misteriosamente; hubo revueltas por dos semanas ante la incertidumbre de quién tomaría el trono.

Murad había designado a su tío, el Şehzade Mehmet, como su sucesor en caso de que él –Murad– muriera, pero las cosas no habían salieron como se planearon. El hijo de Süleyman había sucumbido ante la enfermedad y eso solo dejaba desprotegido al Imperio Otomano.

Ante ese momento de debilidad, la familia Giray comenzó a mover sus tropas para tomar lo que ellos decían era suyo ahora: el trono de Osman.

Sin embargo, la dama de hierro no iba permitir que eso sucediera.

Aún en el confinamiento que se le había impuesto, movió a sus hombres de confianza para que convencieran al resto del consejo de que no era buena idea de que el trono otomano cayera en manos ajenas. Y si bien no vieron con buenos ojos lo que ella proponía, era la única opción que tenían.

Y fue así como un nuevo sultán se alzó en medio de la tragedia, pero no era lo que se esperaba.

Por primera vez en la historia otomana, un bebé tomaba las riendas de un gran imperio y su amada madre lo acompañaría en esta gran travesía.

La era de Şemsiruhsar Sultán había comenzado.

La era de Şemsiruhsar Sultán había comenzado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Palacio de Lágrimas

Safiye Sultán no podía dejar de pensar si la decisión que había tomado era la correcta, pues nunca antes se vio a un sultán demasiado joven. Quizás lo mejor era tener una vida tranquila a lado de su hijos, fuera de ese cruel lugar llamado Estambul. Sin embargo, no podía permitir que el trono que una vez fue de su padre fuese mancillado por un príncipe que a la primera oportunidad que tuviera, diera su orden de ejecución.

Si, lo mejor fue que el hijo de Şemsiruhsar se sentará en el trono y tan sólo debía esperar un tiempo para quitarlo del lugar que le pertenecía a su hijo Mehmet.

A Safiye solo le quedaba ser paciente y disfrutar el espectáculo que daría una mujer sin experiencia.

A Safiye solo le quedaba ser paciente y disfrutar el espectáculo que daría una mujer sin experiencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛᴏʀᴀ ᴅᴇʟ ꜱᴜʟᴛᴀɴᴀᴛᴏ © || ꜱᴀꜰɪʏᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora