D I E C I S I E T E | T R E S

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Solo esperaba que pronto ese señor pagase, y muy caro, todas las cosas que había hecho a todas esas víctimas.

—¿Qué? Magnus ya no mata a nadie, ahora tiene a sus luchadores y escoltas que trabajan para él para que así él no se manche las manos de sangre.

Cronos levantó la mano y señaló la pizarra.

—Pero, ¿y si esa mujer que asesinó era algo más? ¿Y si Magnus quería hacerlo él mismo por el motivo que fuera? Quizás quiere volver el antiguo Magnus, el que asesinaba. Felina, tenemos una prueba importante para incriminarlo, para poder sacar a todas estas personas —dijo con toda la razón del mundo.

Debíamos hacernos las preguntas perfectas y conseguir nosotros mismos las respuestas.

—¿Podemos hablar nosotros 2 con ese testigo? —cuestioné.

Cronos se rascó la pequeña barba de 4 días que apenas se había afeitado y continuó;

—Lo haremos, pero no ahora. Mis compañeros están en ello. Mientras, trata de seguir sacándole información a Gato.

Asentí, notando un fuerte pinchazo en el pecho al escuchar el nombre de Gato.

—Perfecto.

Él pareció notarlo y preguntó;

—¿Qué ocurre?

Carlo lo preguntaba, pero sabía que es lo que me ocurría, ya que él estaba pasando por lo mismo que yo con Magno, su luchador.

Me sinceré hacia mi compañero, porque era el único que me entendía, era el único que conocía quien era yo y estábamos en ellos los 2 juntos.

—Odio mentir.

Él pareció entenderlo muy bien. Asintió y miró hacia la pizarra, dirigiendo la mirada hacia su luchador.

—Yo también, pero es nuestro trabajo para poder protegerlos.

—El día que sepan que somos policías... —No acabé la frase.

Porque tarde o temprano debían saberlo, cuando este caso se cerrase o yo se lo confesara a Gato, o él lo descubriese solo. Habían muchas posibilidades de que él no me dirigiese la palabra en la vida.

—Quizás no se lo tomen como tu crees. No les gusta los policías, pero no todos somos iguales. Yo lucharé hasta conseguir sacar a todas esas personas de ese lugar y sé muy bien que tu también lo harás —contestó Carlo.

Asentí y, cuando miré la puerta de salida, él volvió a hablar;

—¿Qué te dijo el cabrón de Magnus?

Lo miré, asombrada por esa pregunta y me sentí igual que hacía varias noches, cuando Gato me acribilló a preguntas sobre lo que me había pasado con Poeta.

—Nada —mentí.

Pero con Cronos no debía tener secretos. Era mi compañero y estábamos los 2 juntos en esto, pero me avergonzaba decir que me había quedado petrificada.

—Ese nada en tu mirada significa todo.

Me abracé a mí misma y luego lo observé, humillada.

—Creí que iba a ir a mayores —inicié. —Me tocó, me amenazó y tuvo el descaro de reírse como el viejo podrido que es. Y lo peor es que me quedé tan paralizada que no pude arrancarme el maldito collar. —Y entonces, confesé lo que tenía guardado en el pecho desde aquella noche—. ¿Cómo cojones conseguiré defenderme si de ese hombre no lo conseguí?

Cronos calló, pero pareció no sorprenderse por lo que le acababa de decirle.

Caminó varios pasos hacia mí y luego frenó.

GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)Where stories live. Discover now