CAPITULO 1:

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El nuevo capitan

-Ruby-

Me desperté una mañana más con los gritos de mis hermanos y las quejas de mi padre. Para que quiero despertador si ya tengo a esta panda de animales en casa, dije en mi cabeza. No me apetecía levantarme aun así que me di media vuelta e intenté dormir de nuevo, pero gracias a mi hermano mayor mi sueño se vio afectado otro día mas.

-Ruby levántate ya, tenemos practica en media hora- dijo Ethan que aun llevaba el pijama i el pelo sin peinar.

Si, ese es mi hermano Ethan, un chico de cabello castaño, ojos marrón oscuro y mentalidad de un crio de ocho años. Pero no es mi único hermano. Soy la hija menor de una familia numerosa de puros hombres. Algunas persones dicen que soy afortunada de tener hermanos, pero lo que no saben es, lo que es tener que vivir con cuatro adolescentes hormonales y peor aún: Populares entre las chicas.

Ethan salió de mi habitación al mismo tiempo que entraba Liam el más pequeño de mis hermanos, él tiene el cabello chocolate suave, unos ojos que envido color miel y la cara de niño bueno que cualquier madre querría para su hijo. El si estaba listo para salir de casa, vestía el pantalón de la equitación de su equipo y una camiseta rosa que le teñí sin querer con unos calcetines rojos.

-Despertaste bien princesa? Pues arriba que hoy es lunes y ya sabes lo que eso significa- dijo mientras se reía al ver que me tapaba la cara con la sabana de nuevo.

Aggh lunes, lunes, como odio los lunes. Pero sobre todo los lunes de mi familia, cada inicio de semana la empezamos con un entrenamiento doble para como dice mi padre "Empezar la semana con energía."

-Bien sal de aquí para que me cambie y ahora bajo- dije con pereza.

-Está bien, pero date prisa- dicho eso salió de mi habitación.

Después de tomar una ducha y vestirme con mi ropa deportiva bajo a la cocina donde estan los cinco hombres de mi famosa familia.

Jayden es mi padre, un prestigioso entrenador de la FNHH de 51 años que se conserva como una persona de treinta, se casó con mi madre Merri una cirujana cardiovascular de Australia. A los dos años de casarse nació mi hermano mayor Heng, un chico alto, corpulento, de cabello oro y ojos marrones. Él y yo fuimos los únicos que heredamos el cabello rubio de mi madre.

(FNHH: Federación Nacional de Hockey sobre Hielo)

- ¡Buenos días familia! - dije sentándome a desayunar.

-Buenos días cielo, ¿lista para el día de hoy? -me pregunto mi papa mientras me daba un beso en la frente.

-Ruby, recuerda que hoy pasare a recogerte para llevarte al entreno- dijo el responsable de Heng.

-Si hermanito, lo recuerdo. Primero pasas por mí, luego a por los irresponsables de mis hermanos y cuando estemos todos iremos al estadio. -

-Oyee!! ¿¡A quien estas llamando irresponsables, renaquaja!? – se quejó Miro.

Y ese es otro de mis hermanos, Miro es un chico alto y delgado, con el cabello un tanto largo de un marrón oscuro al igual que sus ojos.

-Venga pues no perdamos más tiempo y pongámonos en acción. - interrumpió mi padre.

Salimos de casa listos para empezar a entrenar, nuestra rutina siempre es la misma. Vamos a Hyde Park corriendo, estiramos en los bancos más alejados, hacemos una tabla de ejercicios y volvemos a casa trotando. En el camino normalmente no encontramos más que gente que sale a correr igual que nosotros.

Al llegar a casa reviso mi teléfono y veo que tengo una llamada perdida de mi mejor amiga Hannah. Mi amiga es una chica risueña, no muy alta, de cabello corto y ojos verdes.

La llame al teléfono mientras me preparaba para ir a ducharme.

- ¡No sabes de lo que me he enterado! - soltó nada más contestar a la llamada.

-Deslúmbrame...- le dije sin mucho ánimo, ya que de seguro es otra de sus tonterías.

-Ayer estaba volviendo a casa ya que había ido a nuestro sitio...-

-Espera- le corté- ¡HAS IDO A NUESRTO SITIO SIN MI! - le grité ofendida.

-Cállate, lo que te voy a decir es más importante que eso. Por donde iba... a sí, estaba volviendo a casa cuando vi un camión de mudanzas en la casa que estaba en venta en mi calle y pensé "Que bien tendremos vecinos nuevos" pero eso no es lo mejor, lo mejor paso después cuando un chico guapiiiisimo salió de esa casa y continúo entrando cajas. - dijo.

-Bien, tienes un vecino buenorro, ¿pero de que te va a servir si no te vas a acercar para hablar con él? -me le burle.

- ¡Cállate que no he terminado! Lo mejor de lo mejor es que va a entrar al equipo local, en nuestra Ciudad, ¡en nuestro estadio, donde TU entrenas! - termino emocionada.

***

-Te lo digo enserio, tienes que verlo con tus propios ojos Bibi. – dijo Hannah por cuarta vez consecutiva intentando convencerme de ir a su casa después del instituto para espiar a su nuevo vecino.

-Ya te he dicho que no puedo, mi hermano va a venir por mí para ir al entreno. – le recalque otra vez.

-OOH venga, ¿no puedes decirle a tu hermano que vas a ir conmigo y ya.? – pregunto con ojos de cachorrito.

- ¿Tengo que recordarte lo que paso la última vez? - Dije riéndome.

- No gracias, no quiero que intenten castigarme otra vez. –

Ahora os estaréis preguntando, Ruby ¿qué paso la última vez.? Pues la vez que le dije a mi hermano que me iría del instituto con Hannah, fuimos a casa de su primo a buscar una caja con material que nos iba a dejar para un trabajo de clase y los impresentables de mis hermanos nos siguieron de lejos y acudieron a 'mi rescate' al ver que salía de casa de un chico.

¿He dicho que son sobreprotectores? Pues me equivoque, son MUY sobreprotectores.

-Está bien pues, nos vemos en el estadio Bibi. –se despidió mi amiga.

-Si allí nos vemos Han. –dije y le di un abrazo.

Cuando Hannah se fue, me quede en la entrada a la espera de que Heng llegara por mí. Y como si fuera una costumbre, los comentarios de los estudiantes que aún estaban allí iniciaron cuando un Mercedes color gris metalizado aparco delante mío. Las ventanillas bajadas y con la canción de Doja Cat, Tia Tamera de fondo.

- ¿Subes enana? – dijo mi hermano desde dentro.

No me voy a quedar aquí de pie pasando vergüenza por ti, pensé.

De camino al estadio nadie hablaba, por lo que fui yo la que rompió el silencio.

- ¿Después del entreno podre irme con Hannah a su casa? – pregunte casi en un susurro.

Todos callaron por un momento y se miraron entre ellos como si se estuvieran comunicando con la mirada.

-Está bien- dijo finalmente Heng- Pero te quiero en casa a la hora de la cena, sino iré a buscarte y te traeré a la fuerza si hace falta.

- ¡Si si si tranquilo estaré antes de esa hora gracias! - dije casi gritando de la emoción.

Cuando llegamos al estadio nos separamos para ir todos a nuestro vestuario. Al momento de entrar escuché unos gritos que venían del ala femenina, así que decidí ir a ver que estaba pasando. Al parecer los gritos los estaban causando mis compañeras de equipo que ya se habían enterado de la noticia del nuevo integrante en el equipo masculino.

- ¿Qué hay chicas? –pregunte al entrar haciendo que todas se callaran.

- Capitana- dijo Pau, nuestra portera estrella- ¿ya te has enterado del nuevo jugador que se integrara mañana al equipo masculino? - pregunto emocionada como las demás.

-Si – dije entre risas mirando a mi amiga- ya me he enterado, pero no hay que distraerse más así que poneros el equipo y a entrenar.

Alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora