Nueva vida

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Narra Mikey.

Había pasado seis años desde que nos deshicimos de Destructor y sus secuaces, más el destierro del Kraang. Todo parecia ir bien, la delincuencia había disminuido y ya solo salimos una vez a la semana.

Aun así podía notar que mis hermanos se empezaban a alejar entre ellos. Cada uno estaba metido en lo suyo y por más esfuerzo que hacía para mantenerlos juntos no servían.
Quien diria que en tan solo unos meses me encontraba solo en aquel lugar. Creo que nadie lo hubiera visto venir.

Narrador.

Era otro día más en las alcantarillas, los jóvenes estaban metidos en su propio mundo, bueno al menos tres de ellos, uno solo estaba charlando amistosamente con el joven humano.

Casey: asi que es por eso que vine, pero aun así no parece ser importante -susurra desanimado al ver que su amigo de rojo no le había felicitado por su hazaña-
Mikey: si, ya lo note -susurra- por mi parte, me siento muy orgulloso de que al fin hayas echo realidad tus sueños, espero con ansias tu regreso -le abraza con felicidad-
Casey: gracias Mikey, te mandare un mensaje en cuanto haya llegado -sonríe y ya con ánimos se marcha-

Y así la pequeña tortuga vio nuevamente como su amigo pudo conquistar su sueño; ya que April, hacia como dos meses que se fue a estudiar a Europa, por una buena beca que obtuvo; ahora solo eran ellos cuatro y como si eso no bastara el distino le dio un gran giro a uno de ellos.

Luego de aquella visita, el naranja fue con su hermano mayor, para avisarle que saldría. Antes de entrar al do-jo lo miro con calma, le encantaba verlo meditar; pero ya estaba retrasado y desde la entrada le dijo que saldría. Sin esperar respuesta se marcho. Leonardo solo vio hacia la entrada y sin tomarle mucha importancia continuo con lo suyo.
Cerca de las dos de la noche el menor habia vuelto a su casa. No se sorprendio al no ver a su hermano esperandolo como tantas veces lo solia hacer. Sin mucho animo siguio su camino a la cocina, donde calento algo para comer.

Mikey: esto es frustrante -viendo con un deje de tristesa a su gatito- ya no se que mas hacer, siento que ya los e perdido... creo que hasta podrian irse y sin decir nada -murmuro lo último mientras unas pequeñas lagrimas caian de sus ojos-

Luego de aquella charla y de haber tratado de comer, se fue a descansar. Aquel día le habia resultado muy largo, pero entretenido. Algo que hacia mucho no tenia.

Lo que aquel joven no habia notado es que Donatello aun seguia despierto en su cuarto. Lo había visto llegar, pero no le importaba eso, su vuelo saldria en una hora y debia marcharse de inmediato. Luego de dejar todo arreglado, tomo su maleta y sin ver atrás partio de su casa.

Diez minutos después se podia ver al temperamental de la familia salir de su cuarto llevando consigo una maleta. Se detuvo un momento en la puerta del menor y con una muy suave sonrisa se marcho de aquel lugar.

Después de una hora, el mayor habia salido de su dormitorio. Al igual que los otros dos, llevaba consigo una maleta. Vio con tristeza hacia el cuarto de su hermano menor. Sabía que si hablaba, este no le entenderia y con mucho esfuerzo se fue dejando en la mesa de la cocina un sobre dirigido a sus hermanos.
A la mañana siguiente el menor se habia despertado como de costumbre. Luego de asearse fue a la cocina, esperando ver a su hermano mayor y poder platicar aunque sea un momento, pero al llegar lo unico que vio fue una carta, con algo de miedo la abrio y leyo, aquellas palabras lo destrozaron por completo.

Con miedo corrio al cuarto de su hermano y al entrar pudo darse cuenta de que aquella terrible pesadilla se le hacia realidad. Aun en shock, camino a ver a sus otros dos hermanos. Fue primero al cuarto de Raphael y al igual que antes, solo allo una carta y como si supiera, fue corriendo al cuarto de Donatello, al no verlo alla; creyo que estaria en su laboratorio, pero grande fue su sorpresa al solo allar una carta igual que las de sus hermanos mayores. Destrozado se encerro en su cuarto y paso alli una semana perdido en su dolor.
Cabeza de piel, uno de sus tantos amigos había decidido ir a verlo. Grande fue su sorpresa al ver a su querido amigo casi en las manos de la muerte, completamente aterrado lo toma con el mayor cuidado que pudo y lo llevo con el doctor Rockwell. Al llegar su compañero le indico donde dejarlo y comenzo a tratar al menor. Luego de unos meses, la tortuga desperto de su coma y miro a los presentes, sonriendoles con mucho cariño. Rockwell le realizo un par de preguntas y con ellas comprobo que la mente del joven estaba dañada.

Pasado dos años, aquella joven tortuga habia superado todo el daño que sufrió. Festejaba nuevamente la navidad junto a los que ahora llama família.

Mikey: hago un brindis -viendo a los presente- brindo por ustedes família, porque allá siempre este amor entre nosotros -les sonrie con mucho cariño-

Los mutanimales sonrieron y brindaron con su pequeño hermano, pues a esas alturas ya todos se sentian no como amigos si no como hermanos.

Luego de aquello, la tortugita salio a dar su paseo junto a su hermano Mondo, él cual le contaba sobre su novia, Mikey le escuchaba tranquilo, hasta que un disparo los silencio por completo.
Con cautela se acercaron a ver que sucedía. Para su sorpresa eran los mismos matones de siempre, haciendo de las suya o al menos eso veian ellos, hasta que oyeron el llanto de un niño y sin dudarlo fueron a su rescate. Después de darles una buena paliza y verificar que el infante no estaba herido esperaron a que los oficiales llegaran para retirarse.

Había pasado cerca de dos hora, desde aquel incidente y los policías aun no llegana. Esto inquieto a los jovenes, ya que no querían dejar solo al niño, Mondo decidió que lo mejor era llamarlos, por lo caul el quelonio acepto. Despues de cumunicarles a los oficiales lo sucedido, esperaron un rato mas.
No paso mucha, para que les llegara una llamada preocupada de su hermano mayor.

Mikey: perdona -se disculpaba por tercera vez- si, en cuanto lleguen vamos a casa... Jaja, si hermanote, alli estaremos.

Luego de colgar, oyeron las sirenas de las patruyas, señal de que debian irse de allí. En el camino a casa, ambos hacian competencia, aunque en uno de sus saltos se estrellaron contra otro mutante.

El susodicho, miraba fijamente aquellas orbes celestes. Por un momento creyo que estaba en el cielo; pero la voz del joven lo saco de aquello.

Mikey: l-lo siento -levantandose apenado- n-no te vi -con ayuda de Mondo, levantaron al mutante- no te hice daño?
???: estoy bien -sonrio suave- yo tampoco te vi
Mondo: tu no eres de por aqui o si?
???: no, acabo de llegar -suspira- si me disculpan, debo seguir huyendo -sonrie mirando por donde venia-
Mikey: mh, en ese caso ven con nosotros -sonrie y le toma la mano, jalandole para bajar del edificio-

Los tres, bajaron y entraron al alcantarillado. El quelonio, los guió habilmente por la zona hasta llegar a su destino, subiendo mira que no alla nadie cerca y sale, dandole el OK a los otros dos. Salieron del callejón, justo en frente estaba Slash esperandoles con algo de preocupación.

Mikey al verlo así, se sintio mal y fue corriendo hasta a el, abrazandole. El mayor correspondió el afecto y le alzo, mientras los veia acercarse. Algo disgustado, miro a los menores esperando una buena explicación.

Mondo: fue su idea -acuso mientras señalaba al pecoso-
Mikey: jeje, perdón -le abraza- pero no se me vino nada bueno -susurro- necesita ayuda
Slash: -un leve gruñido salio de sus labios y luego un suspiro de resignación- bien, que se quede esta noche. Mañana veremos que hacer.

Los tres festejaron por la aprobación del lider y amigablemente presentaron al invitado a los demas miembros. Luego de cenar, se fueron a descansar. Michelangelo, le dejo dormir en su cuarto, mientras el pasaba esa noche con su hermano Cabeza de piel.


Bueno aquí está el primer capítulo.

Los estaré subiendo los días MARTES, así que disfrútenlo ❤️

Syra. FinalizadaWhere stories live. Discover now