Hermanos Black

Capítulo 5

Habían pasado un mes, donde Eira y Regulus se iban conociendo y teniendo encuentros en cuanto se encontraban solos.

Sirius cada día sentía dolor, pero Eira no se quedaba atrás, Sirius seguía con la idea de que no quería estar con su compañera, pero poco a poco aunque no lo quería admitir se estaba arrepintiendo de su decision.

Eira estaba por las nubes excepto cuando sentía un dolor inmenso que mayormente era por las noche, pero Regulus estaba a su lado, y eso la calmaba, no del todo pero calmaba un poco su dolor.

Ahora mismo, estaban todos en el comedor, Eira estaba en la mesa Slytherin, donde ya la habían adoptado como una más junto con su amigo Brais y su compañera, Eda.

Estaba hablando con Regulus en bajo mientras comian, dentro de una semana sería la competencia de quidditch entre Slytherin y Gryffindor, estos eran más emocionantes ya que la rivalidad de estos era notable, y eso lo hacía más jugosos, Regulus era el buscador, Eira le estaba diciendo que seguro ganarían, dándoles ánimos, sin saber que estaba siendo observada por Sirius.

-Vas a ganar estoy segura, confío en ti.

-Ganare por ti Eira, por mi compañera, te dedicaré mi victoria- Eira le dedicó una dulce sonrisa para después darle un beso corto.

-Estoy segura que los harás, eres el mejor buscador, yo lo sé.

A lo lejos en la mesa de Gryffindor, Sirius hacia que comía, pero solo estaba pendiente de esa conversación, como oía? Por su condición tenía un buen oído si se concentraba en lo que quería escuchar, y eso era lo que hacia ahora.

El era el mejor buscador, Gryffindor era mejor que Slytherin, y ellos ganarían.

Los que jugaban al quidditch tenían que ir a entrenar así que Eira se despidió de Regulus, sin decirle que después iría a su entrenamiento para sorprenderle, normalmente los entrenamientos eran en solitario, pero había pasado algo y Slytherin y Gryffindor tenían que compartir hora de entrenamiento.

Eire tenía las mejores notas, no por nada era de Ravenclaw y la mejor, así que por un día decidió darse el gusto de no estar preocupada por las notas y liberarse del estrés del estudio aunque para ella no era mucho ya que la mayoría de las materias le gustaban.

Estaba de caminado hacía el campo, a lo lejos vio a Slytherin por un lado y Gryffindor por otro.

Todos estaban sudados con el pelo pegado a la frente y para los hermanos Black que tenían pelo largo era más difícil.

Eira no lo pudo evitar ver lo sexy que se veía Sirius así, al fin y al cabo era su compañero o bueno lo sería hasta que encontrará la manera del rechazo permanente, para no tener que sufrir noches de dolores.

En cuanto piso el campo, sus dos compañeros pusieron sus ojos en ella aunque los de ella solo estaban en Regulus que le dio una gran sonrisa para después ir donde se encontraba aquí.

-Has venido a verme?- Pregunto esperanzado.

-Si, quería tomarme un descanso de ser la mejor de Ravenclaw, y vine a verte, a ver si así te motivas más.

-Oh, créeme que me has motivado mucho.

Pero lo que ellos no sabían es que eso no solo había motivado a Regulus, si no también a cierta persona que aunque lo negara lo había motivado y mucho, y en su cabeza sin que se diera cuenta ya estaba imaginando mil cosas para impresionarla.

Eira se sentó en las gradas mirando el entrenamiento de los chicos y relajándose un poco, de reojo pude ver como Sirius estaba ganando en todo ya que los Gryffindor estába en dos grupos separados y Eira estaba viendo que Sirius era muy competitivo por lo que estaba viendo, pero ella estaba más centrando en Regulus que siempre la miraba y le daba una sonrisa.

Los demás merodeadores notaron que Sirius estaba más competitivo, y siempre acaba viendo las gradas, al parecer Sirius se estaba dando cuenta del error que había competitivo, solo esperaban que no fuera demasiado tarde.

En eso el caos se desató, Regulus se dio cuenta de la mirada de Sirius, y eso lo puso celoso, por qué se interesaba ahora cuando estaban tan felices? Cuando le había hecho tanto daño y la rechazo?

Regulus tiró la Quaffle al territorio de Gryffindor queriendo darle a Sirius, cosa que falló, Sirius vio eso y se enfado aún más yendo a pasos apresurados hacia donde estaba Regulus.

-¡Que mierda te pasa!- Gritó Sirius a centímetro de la cara de Regulus.

-¡Deja de ver a mi compañera, es mía!

A Sirius le resaltaba la vena del cuello, apretaba los puños y cuando nadie lo vio venir le dio un puñetazo a Regulus.

Los merodeadores cogieron a Sirius reteniéndolo a que diera otro paso más, pero Regulus no se quedó detrás y le devolvió el golpe, escupiendo la sangre que le salía de la boca.

Eira que estaba yendo a paso asegurado, se puso a correr más rápido hasta que llegó y se interpuso entre ambos dándole la espalda a Sirius, que se le quedó viendo.

-Regulus, cariño, relájate, si?- Le acarició las mejillas para que sólo se centrará en ella, cosa que logró.

Regulus se apoyó más en la caricia que le brindaba y le regalo una sonrisa tranquilizadora.

Eira enfadada, se dio la vuelta y vio a Sirius con un profundo odio, cosa que hizo que el corazón de Sirius se le estrujara.

-¡¿Se puede saber que mierda te pasa!?¡ Ojalá no fueras mi compañero!- Cogió la mano de Regulus y se lo llevó de ahí.

Sirius se quedó parado, viéndola irse, sus ojos ardían pero se negaba a soltar las lagrimas, no iba a negar que escuchar eso le había destruido.

Remus se acercó preocupado a Sirius.

-¿Estas bien? - preguntó suave.

Sirius no respondió, solo cogió sus cosas de ahí y se marchó.

-¡Bueno chicos, se acabó el entrenamiento!- dijo James que había estado viendo todo expectante.

-Normal que esté buscando la manera de rechazarlo para siempre, es un imbécil- soltó Lucius al aire.

Eso llamó la atención de los amigos de Sirius.

-¿Que has dicho?- Pregunto James.

-Que te importa cuatro ojos- respondió para después marcharse.

-¿Habéis escuchado lo mismo que yo?- pregunto Peter.

-¡Me ha llamado cuatro ojos! ¡ Y el que! ¡Pelo caballo! Imbécil- farfulló James.

Remus rodó los ojos y se dispuso a ir tras Sirius para contarle la nueva información, con Peter comiendo, y James maldiciendo a Lucius.