El Final.

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Una tarde de primavera, Aurora estaba caminando por el salón y recorriendo otros rincones donde se practicaban otras disciplinas que también se dictaban de forma honoraria, Aurora entra al salón de música viendo a un hombre de espaldas de aproximadamente treinta años, cerrando un piano y poniéndole llaves.

El hombre se da cuenta que alguien esta en el salón y se da la vuelta, cuando Aurora lo ve queda flechada, ese hombre era la clase de hombre que ella siempre imagino de adolescente él era una especie "príncipe", pero sin colores. Así lo imaginaba.

El amablemente se acerca a ella y le dice:

– Hola, ¿tú debes ser Aurora Brown cierto? "La patrona de los ciegos"!!

– Aurora le responde sonriendo:

– Aurora, sí, ¿Pero patrona? No, nada de eso. – Sonríe –

– Bueno si no lo tomas a mal, eres la única mujer aquí y ademas de tener fama de ser muy bonita... ¿Sabes? Aquí decimos todos que tú perfume siempre queda impregnado en el salón de escritura y lectura. Y es cierto yo he entrado al salón y se siente bien y ahora mi salón se ve favorecido.

– Bueno eso sonó a piropo! – Sonríe tímidamente Aurora –

– No solo un cumplido. Disculpa mi exceso de confianza.

– No debes disculparte por eso, mantengamos el secreto, así nadie se lo compra y creen que es único. "El perfume del barrio el de "La patrona de los ciegos" – Los dos se ríen –

Aurora lo mira y le dice:

Disculpa, algo importante que me olvide, ¿Cuál es tu nombre?

– Perdona, – Mientras extiende su mano esperando el saludo de Aurora le dice: –

– Peter Luis, profesor de música, honorario también.

– Si, es que aquí somos honorarios de alma. – dice Aurora –

– Asi es Aurora.

– Peter, ¿y qué es lo que haces tú?, digo, ademas de esto?

– Ahh, bueno, soy pianista, tocó en Manhattan, conciertos, hoteles, etc. Para valerme la vida – Risas –

– Pero eso habla bien de ti. Tocar piano en lugares de Manhattan no esta nada mal.

– Sí, aunque prefiero hablar de lo que hago aquí en este lugar, me parece más importante que hablar de conciertos de glamour a señoras con dinero escuchándome mientras toman el té a las 5:00 pm. - Se ríen –

– Ah!, vivo solo y me valgo de un piano y no tengo perro, así de simple es mi vida.

– No creo que sea simple, para una artista la inspiración es clave y no siempre esta, ¿O me equivoco?.

– Es real, – responde Peter – los músicos bohemios también sufrimos de estrés. – Risas –

– ¿Eres de aquí Aurora?.

– Bueno, era de aquí, lo fui por muchos años pero me fui a la Gran Manzana.

– Qué bendición, eso es jugar en las ligas mayores!

– No creas Peter, fui ciega veintiséis años y no sabia lo que era New York, solo supe del amor que me dieron mi abuelo y mi madre que ya no están. Pero me gusta Manhattan, tengo planes buenos para buenas personas y debo estar allá también.

– Wow!! enserio ¿y ahora ves?!! Es un milagro!! Me encantará saber esa historia, lo que sentiste, cómo fue...

– Fue un milagro. Si así lo llamo yo y todo el barrio, por eso el apodo que me pusieron – Aurora sonríe nerviosa –

Peter le dice a Aurora:

– ¿Sabes qué?, creo que deberíamos tomarnos un trago en Manhattan para seguir charlando – El salón estaba cerrando –

– Aurora comenta:

– Super!, ¿Te parece bien mañana?

– Claro que si Aurora, dame tu dirección y paso por ti.

– Aurora apunta un poco nerviosa la dirección y se la da a Peter – Aquí tienes, mañana a las 6:00 pm. ¿Estaría bien?

– Por supuesto – Responde Peter con una sonrisa contagiosa –

– Aurora queda feliz, podrá conocerse más tiempo charlando con él y ademas, de a poco ir derribando los fantasmas de los hombres, trauma que había instalado el desgraciado de Callum.

Peter Luis era apuesto y educado, pero sobre todo, de buen corazón, casi todo lo que Aurora podía necesitar. ¿Será que después de veintiséis años vuelve a descubrir lo que para ella fue el amor? como él dé su madre y su abuelo, ¿y porque no el de su primo John? Pero este sería diferente.

Ella lo merecía, y tal vez en el estaba todo para el corazón enorme y sin prejuicios que Aurora había construido cuando era ciega.


23 de Agosto 6:00 pm.

Peter Louis ya estaba parado enfrente del edificio de apartamentos donde vivía Aurora, quien baja vestida casual más el toque de su perfume.

– Hola! Peter. – Se saludan con un tímido beso en la mejilla –

– Hola Aurora, ¿Cómo estás? Disculpa, te traje estas flores que arranque de los jardines mientras venía, se podían oler de lejos. Mas vale ser sincero, no quería que las vieras mientras caminamos cruzando el jardín. – Aurora se ríe –

Aurora baja la mirada, las ve, las toma pidiendo permiso, las huele y le dice:

– Las flores robadas, son las más lindas de todas!!. – Risas –

– Bueno Peter, ¿Estamos listos para emprender la aventura en la Gran Manzana?

– Por supuesto Aurora cuando quieras!!.

En es mismo instante Aurora lo agarra del brazo, lo sujeta con cariño y firmeza, Peter despliega un bastón blanco y comienzan a caminar mientras conversan y se ríen.


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"Para mi nunca existió la diferencia entre las personas, si puedes ver o no, si tienes o no, para mi solo existe el amor, el respeto y la felicidad sin importar nada mas, pero hay algo nunca olvidare: "Si me lastiman o lastiman a los que amo, tarde o temprano me las cobraré, "Ojo por Ojo".

( Aurora Brown )


---------- FIN ----------



Gracias por leer esta novela, enojarse con ella, emocionarse y hasta vengarse junto con Aurora.

Pero lo más importante para mí es poder contar que más allá de lo que vivas, o las dificultades que pases puedas lograr lo que te propongas. Para Aurora era la venganza la que podía aliviar su alma y todo lo que vivió.

Me siento orgulloso de esta Novela, la escribí con cuidado, con gusto y soñando que los demás la disfruten. Gracias por las lecturas, los que leyeron y los que la leerán,  "Ojo por Ojo" recién empieza, aún tiene mucho para dar a todos los lectores que quieran descubrirla. Un fuerte abrazo.


Jaime Cueto.

Ojo por Ojo.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ