No habia nada que perder

Tenle mucho miedo a ...

 Varian estaba radiante de alegría y a la vez envuelto en preocupación. ¿Eso tenía algún sentido? Seguramente no, pero honestamente así era como se sentía. Su vida siempre ha sido ser su sombra. El hijo de su padre y eso es todo lo que era para todos en su casa en Viejo Corona y aún podía recordar cuánto deseaba que la gente lo apreciara y se hiciera un nombre por sí mismo, para que su padre estuviera orgulloso y no...decepcionado. Pero ahora que parecía tan lejos, la gente todavía le teme por todo lo que hizo antes, realmente no podía culparlos por eso. Teme el día en que dejarán que todo vuelva a suceder.

Vio la habitación de su infancia, mirando lo parecida y diferente que es, se ve a sí mismo haciendo otro de sus amados proyectos, la alquimia siempre será parte de su vida, sonrió para sí mismo y su fiel mapache y mejor amigo. Todos se volvieron oscuros, como una noche sin la-su-luna brillante. Miró cuando la luz regresó, con una multitud enojada liderada por todos los que más amaba: su padre, la princesa, todos sus amigos y, en las sombras cercanas, puede verla mirándolo con ojos que expresan resignación. y un abandono desesperado cuando ella se va: él siendo arrastrado por la multitud enloquecida a una guillotina y a su muerte. Gritó: "Papá, Rapunzel, todos, por favor, no se rindan conmigo", y agrega, susurrando para sí mismo después de sus gritos: "¡Cassie, por favor, no te rindas! Todavía estoy aquí. Todavía estamos todos aquí, por favor no te rindas ¡No lo dejes todo atrás!

Varian se despertó, temblando y llorando por un rato. "Fue solo un sueño, Varian. Ni mi padre ni nadie volverá hacer eso -nunca más- contigo. Ahora estás a salvo... ¿Por qué tuve ese sueño, Ruddiger? -miró a su alrededor, su leal amigo no estaba a la vista- "Ruddiger ¡Esto no es divertido, no sabes que papá podría-" -De repente se detuvo en seco mientras miraba a esa extraña nueva adición a su casa! Necesitaba informarle a Rapunzel de esto y pronto... y así lo hizo, corriendo hacia ella al castillo.

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Cassandra se despierto conmocionada por el sueño inducido que tuvo. Su sorpresa se convirtió en pavor atemorizante cuando observo lo que estaba frente a ella, brillantes rocas rojas que parecían crecer vigorosamente mientras seguía mirándolas.

"Todavía pareces estar fuera de control, querida Cassandra. ¿El sueño resultó infructuoso?"

"Como si no supieras por qué" escupió ella en un ataque de ira casi silenciosa.

"Esperaba que te sintieras más a gusto convirtiéndote en tu mejor yo, Cassandra "

"Tiene razón. Porque no solo trataste de asustarme mientras dormía"

"Cuidado con esa boca, Cassandra, todavía queda mucho camino por recorrer hasta que alcances tu destino. No quieras perder el único apoyo que tienes. ¿O es que así lo quieres tú ?"

"Eres molesta, no tanto como cierta persona, te concederé eso, pero aun así... molesta", gruñó Cass al fantasma azul que actuaba como su guía.

"Las madres están destinadas a ser molestas, querida"-la figura azul se río entre dientes con "cariñoso" desdén.

"Tú no eres mi madre" la miró con ojos duros como la piedra, brillando como puñales con deseosos por una pelea.

"No, no lo soy, pero la conocí. Así fue como pude mostrarte en ese entonces la verdad de tu pasado, Cassandra".

"Si la conociste, ¿por qué no estás de su lado en lugar del mío?" Cassandra cuestionó levantando una ceja desafiante al espíritu que se hacía pasar por su guía, esperando mientras pequeñas manos de sospecha se apoderaban de su cabeza.

"Porque tú eres la que ha sido lastimada, Cassandra. Después de ese tipo de traición, ¿quién estaría de su lado? ¿Estoy en lo cierto?" Le sonrió tiernamente ocultando su molestia por la confrontación y las dudas que Cassandra tenía sobre, aparentemente, todo lo que ella proponía.