Y mis esperanzas hasta el cielo elevaste ...

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Varian se  sobresaltó de su sueño cuando su puerta se abrió con un ligero sonido. Era la reina, su llamada "madre".

"¿Me equivoqué con la carta? No te ves tan feliz, niño mío"

"Eh bueno la carta fue bastante increible pero me dejó con la urgencia de saber si ... ¿podría escribirle una otra vez?", Dijo ansioso mientras tocaba los mechones de su desordenado cabello.

"Bueno, no te preocupes, mi niño,  enviaré la carta junto con la otra para mi hija. ¿Eso te calmará, mi niño?

"Oh, sí lo haría. Gracias mamá reina."

"¿Mamá reina? -Uh, hija mío, ese es un gran apodo.

"Eres como una mamá para mí, su alteza, por eso se lo digo"

"Lo sé, hija mío" .- y en eso ella recuerda...- "Oh casi lo olvido. Tengo una reunión con los dignatarios a las 9, es mejor que me vaya" -dijo riendo un poco por su descuido tonto.

"Oh, no te preocupes demasiado por nosotros. Creo que nos las arreglaremos bien aquí. ¿Verdad, amigo?

Le dijo al mapache que había entrado durante la noche, el pequeño gorjeaba mostrando estar de acuerdo con su dueño.

"Entonces supongo que me ire. Te lo haré saber tan pronto como recibamos una respuesta"

"Gracias, Reina Arianna" -dijo con una pequeña sonrisa

"Es un placer, hijo mío" -y finalmente salió a asistir a su reunión

Cuando la reina se perdió de vista, dejó salir el aire de los pulmones. Estaba realmente preocupado por lo que su instinto le decía. Ella estaba en peligro, simplemente lo sabía.

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Pasaron dos semanas para que la carta llegara a Cass y ella la miró completamente sorprendida y bastante contenta de que él respondiera la carta. No es que ella pensara que él no lo haría, sino que el hecho la hacía sentir más apreciada. Algo que le ha faltado en estos ultimos meses. En ese momento, todo fue perfecto.

Y ese momento se había ido cuando la leyó y vio que su amigo (anhelado) estaba preocupado. Habia provocado que se preocupara, debería estar feliz de que alguien se preocupara, pero no podía negar que se sentía culpable por agregarle  más dificultades a los que él ya tenia. Él ya no tenia más que perder. Debería estar agradecida de tener a sus amigos a su lado pero, por otro lado, sabía que necesitaba el apoyo y aceptaba en su mente que le respondería tan pronto como pudiera.

Al fin y al cabo se volverían a encontrar, en poco más de dos meses, las cosas ya estaban bastante mal pero tenía que tener alguna esperanza en ella para seguir con la vida, además de que sus sueños se harían realidad. 'Mira hacia adelante y ve a donde el destino los guíe. Incluso si a veces el destino la hará conocer a un molesto guardián de la Spire o algún mono extraño que aparentemente podría ver el futuro, "si , claro", pensó sin piedad mientras fruncía el ceño. Este era el viaje de la princesa. Debería dejar de intentarlo. -miró la carta y decidió mantenerla cerca. Ella realmente lo necesitaría.

Otro día, otra vez, nadie, solo yo, como siempre, otro lugar, la misma gente, las mismas miradas y reacciones ...

M

I

S

M

O

Cassandra finalmente estaba escribiendo mientras intentaba no llorar, su brazo le dolía muchísimo. Debería haber sabido que era mejor no tocar a la princesa mientras estaba bajo la influencia del hechizo del decaimiento , pero tenía que preocuparse y ser tan terca como siempre, se detuvo un momento para calmarse y verificar su carta.

'Hola, Varian

Estoy bastante bien -En realidad no, no estoy bien, pero he tenido días peores, si puedo recordarlos. Gracias por preocuparte por mí y bueno, aunque no sea tsn fan de la idea, te permitiré que me escribas más. Tus cartas me están dando la fuerza para un desafío como este que estoy enfrentando.

Gracias, de nuevo, por todo.

Cassie (todavía no ,chico, no soy tan fácil de derretir)

Ella llamo con un grito a búho una vez que coloco la estampilla.

"Dáselo. Ya sabes de quién estoy hablando. Él es el único que realmente se preocupa por mí, aparte de mi padre".

Dijo Cass con una sonrisa triste.

La lechuza ululó un sonido consolador para animarla un poco y se separo volando por los aires.

"Ten cuidado, búho" -dijo ella saludando al cielo, aun las lágrimas visibles en sus ojos.

No habia nada que perderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora