LNAPELD

Episodio 45

martillalo

'No soy un dios del trueno... ... .'

No podía entender el idioma inglés, así que parpadeé y el hombre frente a mí parpadeó en silencio hacia mi mano.

Entonces, cuando bajé la mirada, la flecha que sostenía en una dirección agresiva me llamó la atención.

'Esta... ... .'

Es una flecha que hizo Oeborg.

¿Quizás el martillo del que está hablando es Oeborg?

Levanté con cuidado la otra mano y me tapé un ojo.

Entonces, la impresión del cuervo se volvió aún más dura.

[Así es. El niño que estaba en el lago en ese momento.]

Mientras asentía, al mismo tiempo los cuervos que llenaban el cielo aterrizaron en el suelo.

Junto con la nieve que revoloteaba, los cuervos se convirtieron en humanos y se acercaron a mí.

[Es como si le hubieras arreglado los ojos, ¿verdad?]

Los ojos que me miraban eran espeluznantes, dudé y retrocedí.

¿Eres el enemigo de Oeborg?

De lo contrario, no habría sido capaz de mirarme con una cara tan aterradora.

'Tal vez estoy molesto porque sané sus ojos.'

Aun así, ¡no es justo descargar tu ira con un niño! He conocido a mucha gente que da miedo, pero los animales... ... Nunca había conocido a nadie que lo fuera.

Mi corazón se aceleró como loco, pero lo recuperé.

Si te acercas a mí, apuñala el punto vital con una flecha para avergonzarte y luego huye.

A sus ojos, yo era un niño pequeño, así que debo haber sido un poco negligente.

Era hora de agarrar la punta de flecha nuevamente con los puños cerrados.

El primer cuervo que se convirtió en humano dio un paso hacia mí.

Los ojos negros del cuervo me alcanzaron.

[¡usted!]

En el momento en que una mano fría agarra mi mano con una voz aguda, me conduce salvajemente... ... .

[¡Salvaste a nuestro maestro!]

Juntó ambas manos y abrió los ojos.

'¿Sí?'

Parpadeé sin comprender.

Lo habían atrapado mientras se preparaba para atacar, por lo que no le importaba si las puntas de flecha apuntaban hacia él.

[Oh, ¿fue hecho por nuestro maestro?]

Más bien, trazó las puntas de flecha con sus manos como si fueran púrpuras.

Si toca la punta de la flecha con las manos desnudas, la carne debe adherirse, pero no pasa nada.

'¿No es porque no eres humano?'

Cuando no pude apartar los ojos de la flecha, el cuervo sonrió.

[No nos enamoramos de monstruos tan triviales, benefactor. Además, esto parece haber sido hecho por nuestro maestro.]