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Domingo 7 de abril de 2022

Mew fue invitado a la casa del progenitor Wuttinah así que él y Gulf quedaron para ir al mismo tiempo y ahora estaban caminando por una cera cercana a la casa. Ambos hombro a hombro.

Gulf con una camisa franjada amarillo-azul, mahones y tenis. Él director con una camisa abotonada negra de mangas enrolladas en los codos, pantalones cremas ajustados y mocasines café. -Mew, ¿seguro que no estás nervioso?

-No. ¿Por qué habria de estarlo, Gulf?

-Es que, yo sí lo estoy un poquito. - Gulf murmura bajando la cabeza con una pequeña sonrisa.

-Es normal estar nervioso. Creo que estoy tranquilo porque confío en que lo que haces es para ganar dinero y no debes avergonzarte de ello. Además yo te cuido.

Gulf se le queda mirando anonado por lo último pues eso sonó muy lindo. A decir verdad ser bisexual no ayudaba al caso. Qué va, le gustan las chicas sean cómo sean, pero él siempre hace espacio en su corazón para el género de su mismo sexo. Pues habían hombres que lo hacían dudar y anhelar. Como por ejemplo Mew Regiller es uno de ellos. Su primera atracción por un hombre fue en la secundaria y de nada valió. Fue un amor platónico que Wuttinah correspondía en sus más inmaduros sueños. Cada que se iba a dormir era cuando comenzaban las anomalías cursis en su mente. A la hora de ir a la secundaria todo era frío y callado entre ellos. Es más ni tenían que ver con el uno al otro.

Pero, Regiller, oh Dios. Se siente tan cerca pero tan lejos. Y por qué, ¿realmente? Por qué. Pues porque el inocente Wuttinah puede sentir la pared invisible que Regiller ha construido para que empleado y director no se sientan atraídos. Pero claro en el amor no hay leyes y la física de atracción no tiene límites.

Con otro suspiro para liberar la tensión de su palpitante corazón, giran a la izquierda topandose con una casita de madera blanca. Tejado empinado con losetas rojas como decoro. Dos ventanas simples en el frente.

-Bien. Hemos llegado. - Regiller dice con una sonrisa.

-De hecho, - Gulf lo mira con una sonrisa incómodo. -no es aquí.

-¿No? Pero, la casa-- Y, ¿dónde es? - Pregunta el director apuntandola con una manita confundido.

Gulf señala con su dedito acusador detrás de la casa a un rancho de tejado negro súper pequeño y hecho de bloques crema. Regiller mantiene el ceño fruncido sin dejar de mirar la casa.

-La familia de la casa principal rentaba ese rancho así que mi papá oportunó en cogerlo junto con mis dos tíos. O bueno sus hermanos. - Anuncia Gulf todo tierno sonriendo con sus dientes leche.

-¡Oh! ¡Así que eso es~! - Dice Regiller sonriendo ante la información. Podrá ser millonario pero no le molesta en absoluto ver lugares tan raros como ese. Ni se queja tan siquiera.

🍭🍑

𝓐𝓵 𝓻𝓪𝓽𝓸 el progenitor Wuttinah tiene a su hijo sentado encima de una cubeta en la pequeña granja atrás de la casa. A Regiller lo obligó a sentarse en una cubeta al lado también. Ambos incómodos y cabizbajos.

El progenitor parado en cortos azules campesinos, chanclas y una camisa blanca hawaiina. Atrás de su cabeza sostiene un bate de béisbol metálico.

-¡Ahora dime, sr. Millonario! - Grita el hombre en su acento campesino.

-Papá, su apellido es Regiller--

-¡¿Acaso te permití abrir la boca?! - Desafía su padre.

Gulf usurpa el labio inferior. Regiller traga hondo prestando atención al progenitor con miedito.

𝐁𝐞𝐬𝐨𝐬 𝘥𝘦 𝐀𝐝𝐮𝐥𝐭𝐨𝐬• MewGulf (+Más ships)Where stories live. Discover now