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Viernes 5 de abril de 2022

Bajo una noche estrellada apareció Baifern en su bata cerrada larga (púrpura la misma) con sandalias. Su cabello cayendo ondulado sobre sus hombros. Esta llegó a la casa de Regiller con sus secretarias. La asiática June en pantalones de dormir azulejos, una camisa de dormir corta de mangas y pantuflas.

La rubia a la derecha vistiendo unos cortos hasta las rodillas, sandalias estilo Barbie y su cabello atado en una coleta de caballo. Ambas tienen bolsas con rollos de papel frente a sus regazos. Baifern misma sostiene un rollo de papel de baño frente a su pecho. Mordiendose una sonrisa traviesa.

—Muy bien chicas — Ella menea su quijada de lado a lado, dientes apretados y una sonrisa cuadrada en su rostro. —¡Vamos a hacer esto!

Las chicas alzan sus manos con rollos de papel y lo lanzan a la casa ajena. Comienzan a lanzar todos los papeles de baños. Los rollos todos extendiendo sus faldas hasta cubrir varias partes del tejado de la casa.

—¡Jajaja, sí! — Ella celebra malvada cogiendo dos rollos de papel de las distintas bolsas para tirarlas. Se muerde una sonrisa toda orgullosa brincando en su sitio como niña pequeña recibiendo un juguete en Navidad. Incluso chilla como una.

—¡¿Qué hacen con la casa de mi señor?! — Grita Nathaniel apareciendo de la nada cerca del estacionamiento a la otra calle. Viste unas pijamas de pantuflas conejo y camina hacia las chicas. Estas pegan un grito cada una acercándose a la otra. Baifern con sus manitas contra su pecho como toda princesa sin dejar de gritar.

Cuando todas ven que es Nathaniel dejan de gritar para tratar de mirarlo indiferente. Baifern alzando su mentón para mostrarse brava.

—T--Tú ¿Qué haces aquí a estas horas de la noche? — Ella pregunta señalandolo con un dedo.

—Disculpa, pero trabajo las 24 horas del día protegiendo a mi señor. Estaba viendo mi programa favorito cuando ¡De repente! — Él dramatiza con sus manos alzadas al cielo. Muñecas curvadas como si estuviese haciendo un hechizo. Y mirada apasionada de actor hacia las estrellas. Su estruendosa voz hace a las chicas pegar otro brinquito y mirar al cielo también. —Las vi a ustedes en las cámaras tratando de ensuciar la casa de mi preciado jefe. — Él serpentea de lado a lado su cabeza con una mirada pretenciosa. Las chicas pausadamente voltean a mirarlo.

—Tu ¡preciado! *Grita* ¡Jefe! Provocó un disparo en mi ¡estomágo! Qué hubiera pasado si hubiera estado embarazada ¿Huh? ¿HUH? — Ella batalla como algún rap. El secretario alza una ceja sellando sus labios y sujeta sus propias caderas preparándose para una contestación.

—Alguien tan delgada como tú no es bueno que tenga hijos. — Dice.

Todas respingan indignadas con Nathaniel.

—¡¿Cómo te atreves a decirle eso a nuestra jefa?! — Grita June dando unos pasitos hacia delante como toda princesita rebelde. Pero cuando llega a él no se dió cuenta de qué tan cerca se aproximó. Ahora ambos están a mera distancia de rostros. Mirándose intensamente. Ella que se sorprende pega un pequeño, tierno, respingo. Sus ojos rasgaditos tal cual gatita se le quedan viendo de lado a lado en los suyos. Él permanece recto y firme.

Ella entreabre sus carnosos labios. Son pequeños estos.

Tal silencio entre ambos es notorio. Pero dentro de ese silencio ella escuchó los latidos de su propio corazón brotar con más fuerza en sus tímpanos. ¿Cuándo su corazón se subió ahí? Y ¿sin su permiso? ¡Ja! Este órgano cree que se puede mandar.

Nathaniel aunque ande serio. Más serio que un demonio. También escucha sus propios latidos. No puede ignorar la llamada de su corazón. Esos toques pidiendo permiso a los deseos íntimos que su alma pide. Siempre le ha gustado June. La pequeña secretaria de Baifern. Por amor a su jefe intentó no hacerlo pues sabía que ella era del bando "enemigo".

𝐁𝐞𝐬𝐨𝐬 𝘥𝘦 𝐀𝐝𝐮𝐥𝐭𝐨𝐬• MewGulf (+Más ships)Where stories live. Discover now