Capítulo 28

789 72 18
                                    

Anastasia

Al terminar la vuelta estábamos demasiado cerca. Sentía su cálida respiración cerca de mis labios, al igual que su corazón latiendo con velocidad. Sus dulces labios comenzaban a rozar con los míos.

Todo iba bien. Pero empecé recordar todos los momentos que vivimos él y yo juntos. Me sentí entre asustada y triste, entonces le pedí que se alejara de mí.

Anastasia: Bucky, espera -se separó de mí-

Bucky: ¿Qué pasa?

Me miró preocupado al ver que bajé la cabeza y no le respondía.

Bucky: Anya, ¿va todo bien?

Anastasia: Necesito hacer algo antes. Ven conmigo

Pedí un taxi. Creo que no pagamos la cena. Llegamos al Complejo en unos cinco minutos.

Anastasia: Esperame aquí. Necesito enseñarte una cosa

Bucky: Aquí te espero, enana -sonrió-

Fui a mi cuarto y empecé a buscar un libro en mi mochila. Pero no lo encontraba y me empecé a poner nerviosa.

Anastasia: Joder, ¿dónde está?

Bucky llamó a la puerta.

Anastasia: Te he dicho que esperaras abajo, bracito

Wanda: No soy bracito -dijo abriendo la puerta-

Anastasia: Ay, perdón -seguí buscando por las estanterías-

Wanda: Anastasia, ¿qué haces aquí? Pensaba que estarías con Barnes en la tercera ronda

Anastasia: Creo que tú estás más salida que yo, Wanda -encontré el libro- Pero eso me da igual ahora. He conseguido recordar todo

Wanda: ¡Eso es maravilloso! ¿Se lo has dicho?

Anastasia: Todavía no

Le enseñé el libro y ella me miró extrañada.

Wanda: ¿No sabes leer? -bromeó-

Anastasia: No seas idiota

Abrí el libro. En su interior había flores y plantas secas.

Anastasia: Un día, en Wakanda, decidí empezar a guardar todas las flores que James me regalaba. Para así recordarlo y llevarlo siempre a mi lado

Wanda: Eso es muy cursi, pero romántico -dijo sonriendo-

Anastasia: Es la prueba de que jamás he dejado de quererle

Wanda: Siempre fue él y tú corazón la sabía

Anastasia: Espero que James me quiera tanto como dice

Wanda: Te aseguro que sí, y nadie podrá cambiarlo

Bucky

Estaba sentado en el sofá y escuché pasos. Pensaba que era Anastasia y me emocionó. Pero era el rapidín.

Pietro: Barnes

Darkest EnemyWhere stories live. Discover now