Era el verano de 1970 en Roma, Italia. Jennie Kim , una doncella de apenas 17 años, anhela liberarse de las ataduras de su vida cotidiana y explorar el mundo en busca del amor y la libertad. Por otro lado, Lisa Manobal , de 20 años, estudiante apasi...
Cada mañana, despertaba de un sueño profundo, ansiando esos fugaces momentos de libertad en los que mi mente vagaba por el mundo, explorando sus maravillas. Desafortunadamente, mi realidad era muy diferente. Nací en una familia conservadora, en la que la influencia de mi padre, el gran señor Francis Kim Rizzo, un militar de tendencias neofascistas y catedrático en la Universidad "La Sapienza" de Roma, se hacía sentir. Mi madre, la señora Bianca Bianchi de Kim, por otro lado, era profundamente religiosa. Compartí esta suerte con mi hermana mayor, Jisoo Kim Bianchi.
A pesar de ser parte de una familia acomodada gracias al prestigio de mi padre, mi vida solía transcurrir en nuestra hacienda en las afueras de la ciudad. Este año, finalizaría la secundaria en la misma escuela donde mi padre era director. Era una escuela de la que deseaba escapar, pero que compartía con mi hermana Jisoo, quien estudiaba literatura y música en la Universidad.
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Cada domingo, mi madre nos arrastraba a la iglesia católica, como dictaba nuestra religión. Sin embargo, encontré en estas misas un hervidero de hipocresía. La gente actuaba piadosamente durante el servicio, pero durante la semana cometían pecados de todo tipo. Era difícil para mí encontrar autenticidad en ese ambiente.
Por otro lado, mi madre tenía conexiones con la familia Kim Brachi, a la que pertenecía Taehyung Kim Brachi, el chico más popular del pueblo. Mi madre anhelaba un matrimonio que uniera nuestras familias, pero eso no encajaba con mis sueños de libertad y autosuperación. No estaba dispuesta a ser una simple esposa sumisa.
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Por eso todas las tardes me pierdo, aprovechando estas vacaciones, me salí al campo para liberar mi mente, para leer uno de mis libros favoritos Madame Bovary es una escrita por Gustave Flaubert, una novela con un retrato fiel y un paradigma para la literatura realista y universal y para la filosofía francesa de los siglos XIX a XX. Relataba de manera magnífica del sentimiento de libertad que sentía.
"¡Cómo añoraba los inefables sentimientos de amor que por aquel entonces trataba de imaginarse por medio de los libros!"
Aquella frase resonaba en mí. A pesar de mi realidad, seguía siendo una apasionada lectora de novelas románticas. Mis sueños de un matrimonio idílico y una vida privilegiada contrastaban con mi vida aburrida y monótona, atrapada en la jaula de mi padre.
La pintura y el dibujo eran mis vías de escape. Con los colores, podía plasmar mis emociones y habilidades artísticas. Anhelaba un mundo más allá de mi vida actual y estaba decidida a demostrarle a mi padre que no era simplemente una mujer de la nobleza destinada a obedecer.
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En mi pueblo siempre solía ser la que más captaba la atención de muchos efebos. Llegaba mi gran estante de discos, escuchando música americana, que las compraba a escondidas de mis padres, me gustaba bailar con la canción de Can't Take My Eyes Off You de Frankie Valli.
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Salía al campo para poder pintar de colores mis artísticas obras de arte, me encanta el dibujo y la pintura, realmente tengo buenos dotes.
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En mi pueblo siempre solía ser la que más captaba la atención de muchos efebos. Llegaba mi gran estante de discos, escuchando música americana, que las compraba a escondidas de mis padres, me gustaba bailar con la canción de Can't Take My Eyes Off You de Frankie Valli.
Desearía que toda mi realidad fuera distinta, anhelaba liberarme de mi familia, quiero recorrer el mundo, quiero probarme como mujer hasta donde puedo llegar, necesito salir de casa, pero no casada, mi padre me dice que no soy más que una simple mujer de la nobleza, incapaz de valerme por mí misma, quiero demostrarle que no.
