El Campamento

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Era un lugar grande. Muy grande en realidad; tenía una playa, un lago, cabañas, un comedor, una arena de entrenamiento, tenía un bosque y un río.

He tratado de conocerlo lo mejor que he podido. Cuando llegue, Grover me presento con Quiron, un centauro! y pensé que había encontrado el lugar perfecto para vivir pero pronto entendí algunas cosas.

A los semidioses no reclamados se les asigna vivir en la cabaña de Hermes que está siempre llena de gente, entre campistas que solo llegan los veranos hasta los chicos como yo que no tienen otro lugar a donde ir. El problema es que Hermes es el dios de las bromas y los ladrones, así que sus hijos no siempre son los más amables ni los más buenos.

En el primer día me armaron un horario de estrenamiento con clases para aprender un poco de historia de los dioses, cosas que ya sabía por qué mi papá siempre me contaba historias de ellos pero nunca me dijo quién era mi mamá y ninguna diosa de las que estudiamos aquí me sonó a algo parecido a mi. Ni Atenea o Demeter tenían una personalidad que yo hubiera heredado, y no leí sobre nadie que pudiera hacer magia como yo en realidad.

En los entrenamientos me divierto un poco más. Me gusta mucho la pelea con lanzas y es donde puedo aprovechar mi estatura para pelear. Con la espada no soy muy buena en realidad y los campistas con los que entreno no me dan tiempo de aprender simplemente me apalean o me golpean hasta que se cansan.

- Vámonos ya casi es el almuerzo! - dijo el amigo del hijo de Ares que se supone tenía que entrenarme

- Pero me estaba divirtiendo! - dijo el chico dándome una patada más - entrenar con niñitos es lo mejor! Siempre terminan llorando

Se fue rápidamente y me levante y puse la espada de entrenamiento con las demás. Yo no lloraba aunque quisiera, no quería dejarlos verme llorar. Baje a comer mi almuerzo y tenía que sentarme en la mesa de Hermes con los demás de la cabaña, escogí un asiento lo más alejado de todos.

- Ahí esta cara pálida! - dijo uno de los hermanos Stoll, Connor, llegaron hace un par de días y ahora eran mi pesadilla - Vamos cara pálida por qué tan seria?

- No me digas así - le dije

- Oh qué ? Vas a pintar mi cama también con tu arte nocturno? - dijo Travis burlándose

- Ya les dije que no soy yo - respondí mientras me quitaban mi comida

- Tu si piensas en buena comida, cara pálida. Y por que sé que es mentira algún día tienes que decirme como hiciste para que no se borre y además brille en la oscuridad! - dijo Connor

- Dame mi comida! - les dije y el plato salto de las manos de Connor y terminó en su ropa. Me miró enojado y yo salí corriendo al lago

Me siguieron pero logré perderlos aunque será algo momentáneo nada más por que igual los veré en la cabaña en la noche.

Por qué tenias que hacer eso! - pensé - ahora se van a vengar! Ya deberías saber que pasa cuando usas esa magia extraña. Es mala! Solo trae problemas.

- Eli? - dijo alguien a mi izquierda y me asuste

- Annabeth? - dije sorprendida - Qué haces aquí?

- Llegamos con Grover esta mañana

- Thalia y Luke vinieron contigo?

- Si... Bueno Thalia no lo consiguió - dijo muy triste mirando el lago

- Lo siento, fue muy amable conmigo

- Si. Pero ahora estamos aquí.... Creo que es un buen lugar. Cómo llegaste tu?

Crónicas de la Luna ( La Hija De Hecate) Where stories live. Discover now