Bajo el hechizo del dragón ̖́-

CAPÍTULO 10

Jungkook

Al día siguiente, Kyungsoo se fue después del desayuno. Anunció que se iba a retirar poco después de que el mayordomo nos hubiera servido tocino, y luego se fue dentro de la hora. No tenía ni idea de lo que exactamente le había hecho cambiar de opinión, pero tenía la sospecha de que su conversación con Seokjin el día anterior tenía algo que ver con ello.

— ¿Sabes por qué se va? — Le pregunté a Sanha.

Sanha sacudió la cabeza.

— No, realmente no. No era muy hablador.

Debería haber estado contento de que la competencia se estaba reduciendo, pero no me gustó la idea de que el pobre tipo pudo haber sido intimidado. Sin embargo, por ahora, no había nada que pudiera hacer al respecto.

A primera hora de la tarde, la madre de Seokjin nos invitó a tomar el té en el salón. Todos nos sentamos alrededor de una pequeña mesa en butacas que parecían más cómodas de lo que eran.

— Puesto que hubo algunas preguntas anoche, pensé que sería prudente darles a todos un poco de información — Ella no me miró mientras lo decía, pero no tenía que hacerlo. Todo el mundo sabía con quién estaba hablando.

Me senté en silencio y escuché. La información era buena, no importaba lo que la había impulsado a darla.

— Cualquiera de ustedes que es aceptado para este trabajo al final se convertirá en parte de mi familia. De nuestra familia. No va a ser un empleado — Ella subrayó la última palabra. Traté de no estremecerme — La razón por la que estamos pasando por todo este proceso de eliminación es para que encontremos a alguien con quien estemos contentos, y que a su vez será feliz con nosotros. Por esta razón, mi hijo va a tomar a cada uno de ustedes en una cita esta semana. ¿Alguna pregunta hasta ahora?

— Tengo una — dijo Sungyeol.

Lo miré sorprendido. Hasta el momento, no parecía el tipo de hacer preguntas. Sólo el tipo grande fornido que se llevaba bien con todo el mundo y no levantaba ni una pelusa.

— ¿Se marchó Kyungsoo porque quería o fue eliminado, como usted lo llama?

— Se fue por su propia voluntad, te lo aseguro. Recibí su renuncia con pesar — Ella miró alrededor de la habitación — ¿Alguna otra pregunta? Si no, me gustaría proceder.

Asentimos con la cabeza para que ella siguiera adelante.

— Excelente — Ella miró al mayordomo — Paul, querido, ¿ya está listo el té?

— Por supuesto, Madame.

¿Realmente iba a fingir que estábamos reunidos aquí para disfrutar juntos del té de la tarde? Bueno, su casa, sus reglas, supongo. Paul trajo té para todos nosotros mientras la señora de la casa seguía hablando.

— Vamos a empezar las citas con Jimin esta noche — Ella miró a Jimin — ¿Está bien contigo, querido?

— Seguro.