Rey De La Mafia #2

CAP. 26 parte final.

Manejo por la cuidad a paso lento, mi sonrisa no se borra de mi cara y mi corazón se empalaga con cada kilómetro que avanzo.

Las manos me sudan mientras aprieto el volante.

_Hermano tranquilo, solo serán unas horas.

_Estoy apunto de entregarle mi alma al diablo y quieres que esté tranquilo.

La risa de Robert me tranquiliza, mamá y papá ya están allá.

Decidimos que no será en la iglesia ya que sería muy llamativo y lo haremos en la oficina civil.

Parqueo el auto en la puerta trasera del lugar.

Mis dos escoltas me siguen y los demás protegen el sitió con francotiradores.

Robert camina a mi lado y se le ve más nervioso que yo.

Seguro por qué su hermana está junto a mi tío cuando entramos, el aire acondicionado me recibe y los pasillos desiertos.

Dos más de mis hombres se colocan al frente protegiendo mi espalda y mi frente.

_Me siento como en las películas.

_No amigo esto es la vida real.

El padrino me mira incrédulo y sonríe.

Entramos a oficina no tan grande y nos sentamos, yo me siento frente al padre y los demás a los lados.

Segundos después las puertas se abren y mi corazón también al ver la belleza que llega con un velo cubriendo su cara.

El cabello negro le cae ondulado por los hombros y trae un ramo de rosas rojas.

Mamá y papá entran detrás de ella y Maritza y mi tío de manos.

El padre procede y yo me siento un poco extraño, voy a contraer matrimonio realmente.

Esta vez no es por obligación ni nada por el estilo.

En verdad no me siento arrepentido por aver asesinado a la chica y su padre y Paulina tampoco, nunca me menciono si estaba viva o como estaba.

La amo por qué a pesar de que siempre dije que nunca estaría con alguien así la saliva me callo en la cara.

Ella sabe comprenderme a pesar de mis malas actitudes y mis rabietas.

Y asi fue como me case con la mujer más linda del universo, el padre nos unió eternamente a vivir amor con amor y no me arrepiento.

La amare con todo lo que tengo y todo lo que alguna vez quise ser.

De pequeño miraba a las mujeres y me quedaba pensando¿Cuando podré tener sexo? Al otro día tuve sexo con una mujer enorme.

Tenía el cabello negro y una belleza delicada.

Era un poco más grande que yo y me hizo sentir el sexo como una maravilla.

Desde ese día ame el sexo y la ame a ella, solo que era un inútil que no me daba cuenta de que la persona correcta estaba a mi lado.

Te amo Paulina y siempre lo haré.

Prometo que en otra vida te seguiré amando.

Hasta que la muerte nos separe.

Fin..