-En nuestra casa- dice, inclinándose para dejar un beso suave en su hombro -, estuve allí.

Ella asiente.
-Vale- murmura -, ve a darte una ducha, por favor, apestas a alcohol.

-Sí, ya mismo voy- dice sin separarse.

-Ve, antes de que se despierten y tengas que cargarlos, dúchate.

-Sí, voy- se separa después de dejar otro beso en su hombro y suspira por la molestia de su prometida, aunque ella intentase disimularlo.

Cuando Fred sale del baño, sólo con una toalla atada a la cintura, ve a su prometida doblando ropa y dejándola sobre la cama sin necesidad magia.

Sin saber qué decir, se acerca lentamente para ayudarla a doblar la ropa, ella le da una mirada fría que no dura más de diez segundos.

-Hice arroz con carne- Ylenia rompe el silencio -, tu plato está en el microondas, caliéntalo.

El pelirrojo asiente, alejándose para agarrar algo de ropa del armario.
-¿Tú no vas a comer?

-Todavía no- dice, aún doblando ropa y sin mirarlo -, seguiré limpiando.

-No me gusta que limpies, y menos sin magia, resulta difícil.

-Esperar toda la noche a tu novio también parece difícil- dice con algo de sarcasmo -, pero ya ves- chasquea la lengua dejándolo en blanco.

Cuando tiene la ropa doblada, con su varita hace que cada una vaya al lugar que le corresponde, le echa una última mirada a Fred y sale de la habitación.

Al Weasley le estaba resultando frustrante aquella situación.

Sabía que tenía que decirle la verdad, si no, todo iba a ir a peor, pero, le daba tanta vergüenza lo que de verdad había pasado que era incapaz de decirlo en voz alta.

La noche anterior, había estado con su hermano Charlie en un bar muggle dónde no dejó de beber, hasta quedar casi inconsciente, obligando a que su hermano mayor lo llevase a algún lugar para que se mejorase.

Fue a casa de Marlene donde lo llevó, pues a Charlie no se le había ocurrido un sitio mejor a donde llevarlo, a la Madriguera no iría después de todo, y Fred no quería llegar a la casa Lupin totalmente borracho dónde estarían sus hijos y su suegro.

Así que se pasó la noche en el sofá de la casa de la tía de su prometida, y a la mañana siguiente estaba avergonzado por haberse emborrachado tanto.

Fred era consciente de que lo que había pasado no era tan malo, pero le daba cosa decírselo a su prometida, no había sido maduro por su parte.

Después de oír varios ruidos fuera de lo común abajo, el mayor baja, ya vestido y con pelo casi seco.

-Hola- el recién llegado saluda con una pequeña sonrisa.

-Hola- Bill se acerca para darle una palmada en la espalda a su hermano -, le estaba diciendo a Yle si podíamos llevarnos a los bebés a dar un paseo- dice, echándole un vistazo a su rubia esposa.

El pelirrojo mira a su prometida, la que asiente.

-Ahora mismo están dormidos, pero estoy segura de que se despertarán en nada- dice la Lupin -, quedaos aquí, voy a preparar sus cosas y os las traigo- dice, dedicando una sonrisa antes de irse.

Fleur sonríe y se acerca al sofá donde estaban los mecedores de los bebés, que yacían dormidos.

Bill suspira, y le echa una mirada a su hermano.
-Oye, Fred, que.. lo que dijo mamá...

Perfidia || FW || +18Where stories live. Discover now