30. "Las Puertas del Infierno" FINAL

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Dash.

— ¿Que vamos a hacer ahora?—preguntó Brandon.

Estaba muy enojado y tenía ganas de estrangular a Blake con mis propias manos, este era el momento y no dejaría que Layla abriera las malditas puertas del infierno, ella no entraría y la profecía tampoco se cumpliría.

—Tu irás a la casa de Layla y asegúrate que el señor Louis esté bien, no quiero pensar que ella misma le ha hecho daño a su padre—le dije—. Luego quiero que vayas a la mía y le comuniques a mis padres lo que está pasando.

— ¿Tus padres? Ya sabes...—comenzó a decir Brandon.

—Si, Brandon. También son ángeles.

Dio una gran bocanada de aire y asintió.

—Mientras tanto yo buscaré a...—lo pensé antes pronunciar el nombre—. Sabrina.

—Estás haciendo todo lo que Layla no...

— ¡Apresúrate Brandon!—sentencie sin dejar que terminara de hablar.

Me eleve por lo cielos en busca de Sabrina.

En este punto seguía sin creer que todo esto era real, sentía como el miedo se apoderaba de mi tan solo con la idea de perderla.

«Deja de pensar y busca una solución», me dije.

Descendí en el lugar de entrenamiento donde mi padre nos enseñó a Sabrina y a mi cómo enfrentar a los espectros, tenia que empezar por algún lugar. No podía negar que sabía que ella tenía sentimientos por mi pero lamentablemente no eran correspondidos.

Tuve razón, ella estaba de pie mirando el bosque.

—Sabrina. —pronuncie.

Ella volteó.

— ¿Dash?—me miro confundida—. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar salvando a tu adorado ángel?

Su tono de voz me dejaba saber que estaba triste.

Tragué grueso. —Vine a pedirte ayuda, te necesito para salvarla.

Bufó y se giró por completo.

—Pensé que querías que no me acercara a ella, me lo dejaste en claro cuando me reprochaste todo de lo que ya me había arrepentido.

Recordé todo lo que le dije y lo aceptaba, había sido un poco duro con ella.

—Disculpame por ello, Sabrina. No puedo excusarme pero de verdad necesito de tu ayuda.

— ¿Acaso tiene que ver la profecía con que estés dispuesto a dar la vida por ella? Sigo sin entenderlo—en ese punto me arrepentí un poco de haber ido a buscarla.

—No puedes compararte con ella, ustedes son completamente diferentes—me acerqué un poco más a ella—. Quiero que sepas que pienso que eres una buena y hermosa chica. Pero la verdad es que la profecía no tiene nada que ver con mi amor por ella, nuestro destino está escrito y no sabes cuan agradecido estoy con que mi vida se haya tenido que compartir con la de ella—suspire—, discúlpame si alguna vez te di esperanzas de que algo podía pasar entre nosotros.

Ella dio un paso hacia atrás.

»Y soy la persona más sincera del mundo cuando te digo que de verdad te necesito como la amiga que siempre has sido, esa que me ha defendido incontables veces—terminé diciendo.

No trataba de apaciguar ni justificar mis errores, tan solo quería que ella se diera cuenta de lo que valía como persona y con eso tratar de sentirme un poco mejor. Ella había hecho cosas horribles y que pusieron en peligro la vida de Layla, hechos que no eran fáciles de procesar para mi pero estaba convencido de que Layla la perdonaría si estuviera aquí, yo no era más para no hacerlo también.

ANGEL BABY.Onde histórias criam vida. Descubra agora