Capítulo 14

2.9K 332 343
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Las reuniones en el salón de mi casa se han convertido en un extraño ritual con invitados aún más extraños. Ver a Cassie, retorciéndose las manos incómoda en el sofá de Gato; a Marcus a mi lado, con una mano casualmente apoyada en mi rodilla; a Jordan dando vueltas como un animal enjaulado por todo el salón y a Gato subido a la mesa de café, observándonos amenazadoramente no es la imagen más pacífica del mundo.

—Entonces hay dos víctimas del catfish —sentencia Marcus. Ha dicho esa frase tres veces, pero las dos primeras estábamos intentando asimilarla. Aún no consigo asimilar que Cassie también haya caído en lo mismo.

—Sí —murmura Cassie, cuya voz va bajando una octava cada vez que tiene que mirarnos, como si la fuerza y la voluntad se le escaparan.

Solo espero que eso no tenga nada que ver con el hecho de que haya descubierto que Marcus y yo estamos juntos... o lo que sea. Todavía tenemos pendiente esa conversación, pero como habíamos dejado claro que iríamos despacio, no creo que sea el momento para hablar de ello.

Me ha enviado capturas de pantalla de la conversación con la falsa Eli y, aunque no se la he mostrado a los demás, estoy segura de que pueden hacerse una idea del contenido.

—Tenemos que...

—Creo que deberíamos... —hablamos Cassie y yo a la vez.

Las dos nos callamos, avergonzadas e incómodas, y yo la señalo a ella.

—Empieza tú.

—No, no. No era nada importante.

—Creo que deberíamos empezar a actuar ya —digo finalmente—. ¿Quién sabe si el catfish ha embaucado a más personas? No sé porqué me está usando a mí, pero esto tiene que parar antes de que pase algo más grave. Por ahora solo ha sido un pequeño incidente y una amistad que ha estado a punto de romperse, pero podría llegar más lejos.

—¿Un pequeño incidente? —me pregunta Cassie.

Dudo. No le he contado que Marcus me besó en el Archivo y creo que eso es algo que prefiero guardarme para mí. Aunque, Marcus me mira, animándome a hacerlo, al final desisto.

—No es importante. Fue un encontronazo con Marcus, así es como nos conocimos.

—Una historia de amor un poco extraña —dice él, haciendo una mueca.

—Por culpa de un catfish, además —añado.

Cassie se muerde el labio inferior, pero no dice nada.

—Vale, pongámonos manos a la obra —gruñe Jordan, que no hace más que dar vueltas. Sigue sin estar contenta con el hecho de que le haya contado a Cassie lo del catfish y se le nota. Me dio un sermón de media hora sobre lo peligroso que es ir pregonándolo sin antes comprobar si ella es el catfish o no—. Cassie, lo siento mucho, pero primero vamos a tener que revisar tu teléfono.

CatfishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora