Capítulo 3: Harley Davidson

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Yo siempre había escuchado que las mentiras nunca llevaban a ningún lado, pero yo entonces había pensando que sí que llegaban a un lugar: a la desgracia. Ojalá, algunas veces escuchar a mi subconsciente. 

El soundtrack de este capítulo será "She Drives me Crazy" de Fine Young Cannibals.

POV Harry

Nell estaba jugueteando con su pequeño gato "sam" , era tan guapa y el hecho de no poder gritar a los cuatro vientos que ella era la mujer a la que yo amaba desde hace mucho tiempo me oprimía el pecho y me hacia sentir un odio incontrolable hacia Ashton Irwin. ¿Cuánto tiempo más iba a seguir con su estúpido juego del gato y al ratón? 

Cuando ella me ve, me sonríe y se acerca a mí para depositarme un dulce beso en mi mejilla. Era un ángel.

–Pensé que no ibas a venir. –Dice nerviosa. Meneo la cabeza. –Y.... ¿cómo me veo? ¿No estaré muy descubierta con estas ropas?

–Estás guapísima, Nelly. –Ella sonríe mientras muerde su labio. – Tú ya conoces a mi madre y a mi hermana, y ambos ya no tenemos 16, ¿qué sucede? ¿te pone nerviosa?

–No es eso... –Murmura. –Es que estoy tan feliz de volverlas a ver, y me emociona que vaya a conocer a tus pequeños sobrinos. –Asiento pensativo. Nell Mackenna John iba vestida con un vestido negro de diseño hecho a su medida y zapatos de tacón beige, era la elegancia pura en persona. Inglaterra debería estar orgullosa de ella.

Mi madre, mi hermana y su familia nos esperaban en un restaurante a las afueras de Sidney, pude descifrar que aquella decisión había sido tomada por un jardín lleno de juegos para niños. Rodd y Colton Mlynowski Styles eran dos niños encantadores y aunque cada uno tenía algo en especial, esperaba con todo mi corazón que Nelly se diera cuenta de ello. 

En cuanto entramos al restaurante los dos niños saltan de sus asientos para correr hasta mí y abrazar mis piernas, eran tan pequeños que no pude dejar de sentir ternura y amor por ambos. Les deposito un beso en la frente a cada uno mientras cargo a Rodd entre mis brazos. Nell les observa detenidamente, le sonríe a Colton, el mayor, después su mirada se dirige a Rodd que padecía de síndrome de Down, ella mantiene su sonrisa en su rostro y aquello me tranquiliza.

–¿Quieres cargarlo? –Pregunto ofreciéndole al pequeño niño de cuatro años, para entonces Nell ya estaba saludando a mi madre y hermana. Michal, el marido de Gemma, me da la mano para saludarle.

Rodd empieza a inquietarse entre mis brazos, lo bajo y lo veo salir corriendo al jardín de juegos detrás de su hermano. La cena había transcurrido con normalidad, mi madre le había hecho algunas preguntas a Mckenna mientras mi hermana se veía interesada en saber en que iba nuestra relación.

–Mañana tomamos el vuelo a Inglaterra... –Dice mi madre– Y me preocupa dejar a Harry solo, tiene a Chrisso, pero es evidente que no se pueden cuidar el uno del otro. –Nell suelta una risita cómplice. –Harry tiene una gran presión este semestre, si no me complace regresará al ceno materno, ¿no es así mi pequeño pastelito? –Le lanzo una mirada seria a mi madre mientras ella sonríe.

–¿A que se refiere con eso de regresar al ceno materno? –Inquiere Nell con el ceño fruncido. Mi madre le guía la mirada.

–Si Harry no gana Calculo Financiero regresará a Inglaterra conmigo. –Dice. –Ya ha perdido tanto tiempo dentro de la universidad, tiene que hacer algo con su vida, trabajar, por ejemplo. Su padre no le da el más mínimo interés por eso no se preocupa en saber que esta haciendo realmente su hijo.

–Vaya. –Espeta Nell mirándome con indiferencia. Aquella mirada me hace arrugar la frente, Mckenna era muy compresiva siempre, y siempre me apoyaba.

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