━ 𝐃𝗂𝖾𝖼𝗂𝗈𝖼𝗁𝗈.

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Taeyong se dio cuenta de ello así que rápidamente se lo explicó. — Oh, cierto, es mi trabajo de medio tiempo, ¿no te lo comenté?

Renjun negó y Taeyong se disculpó por ser tan despistado. Luego de hablar por un rato más sobre cosas triviales, el mayor le propuso la idea de que lo acompañara a pasear a los perros por algunos minutos más a lo que Huang no pudo negarse, la idea era tentadora y seguramente hacer eso le despejaría la mente.

En el camino se encontraron con Chenle quien miró extrañado al mayor y después de explicarle quién era Taeyong los presentó finalmente así que ahora eran tres personas paseando cinco perritos mientras conversaban, Renjun internamente agradeció al de cabellos concho de vino por evitar el tema del por qué ambos menores no estaban en clases.

En el camino se encontraron con Chenle quien miró extrañado al mayor y después de explicarle quién era Taeyong los presentó finalmente así que ahora eran tres personas paseando cinco perritos mientras conversaban, Renjun internamente agradeció al ...

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— Renjun me bloqueó. — incrédulo se lo comentó a Jaemin, mirando anonado a la pantalla de su celular, para ser más específicos a la conversación que tenía con el susodicho. El último mensaje que envió no llegaba, tampoco veía su foto de perfil. No era idiota, sabía lo que eso significaba.

— Hermano, ¿estás seguro? — Jaemin estaba igual de sorprendido que Jeno, pero tal vez él sí conozca la verdadera razón de por qué lo bloqueó, obviamente no se lo diría a su mejor amigo; no debía meterse en sus asuntos, Jeno ya la había regado con Renjun una vez y Na lo ayudó, esta vez era su turno de solucionarlo y por fin tomar riendas en el asunto. — Pues sí, sí que te bloqueó.

El pelinegro lo miró mal, reteniendo sus ganas de golpear el bonito rostro de su querido amigo. Prefirió dejar el tema hasta allí y callarse en lo que restaba de la última hora de clases, en ese momento lo único que deseaba era hablar con Renjun y solucionar lo que sea que haya hecho, aunque estaba seguro que no dijo ni hizo nada que molestara al mayor... ¿o sí? No lo sabía.

La incertidumbre de saber lo que estaba ocurriendo le carcomía tanto la cabeza que su pierna terminó moviéndose contra el suelo ansiosamente, ya ni siquiera le estaba prestando atención a lo que el profesor de inglés decía, solo veía su boca moverse, lo único que había en su mente en este momento era un chino con cabello rubio que hacía a su corazón latir como un maldito desquiciado.

Cuando la campana por fin resonó por toda la escuela, Jeno no lo dudó ni un segundo y se marchó del lugar a toda prisa, no sabía por qué lo hacía si era más que obvio que no se encontraría con el chico que vivía en sus pensamientos las veinticuatro horas y los siete días de la semana. Aún así, tenía la esperanza de verlo por ahí con su amigo. Caminó a paso apresurado hacia la salida sin esperar a Jaemin porque sabía que seguramente el novio de este lo vendría a ver, tampoco deseaba sentirse como la tercera rueda y poner el ambiente incómodo entre los tres.

No tomó el coche de su papá, regresaría por él más tarde y sabía que no había problema con dejarlo allí, estaba seguro que dentro de la escuela estaría a salvo. Con esa idea en la cabeza, caminó sin rumbo alguno, buscando con la mirada a Huang por todos lados.

¿Qué se supone que estoy haciendo? No lo voy a encontrar ni aunque quisiera.

Pero grande fue su sorpresa al ver una cabellera rubia conocida saliendo de aquel parque cerca de la escuela junto con dos personas más: el novio de Jisung y un tipo que en su vida había visto.

Vio a Renjun reírse cuando el desconocido revolvió sus cabellos con una estúpida sonrisa en su rostro, Jeno no pudo evitar la punzada en su pecho junto con esa sensación de celos recorrerle el cuerpo.

— Mierda... — masculló cuando el otro chico se dio cuenta de que los estaba mirando, rápidamente quitó la mirada del trío y se marchó de allí. Seguramente ya tendría tiempo de hablar con Huang en otra ocasión.

Por otra parte, Renjun notó que el mayor tenía la vista clavada en algún punto al otro lado de la calle, pero cuando regresó la vista no vio nada allí, lo que le pareció aún más extraño.

— ¿Ocurre algo, Taeyong? — preguntó un Renjun curioso.

— ¿Mh? No, nada, me pareció ver algo extraño pero creo que fue mi imaginación. — le regaló una leve sonrisa para tranquilizarlo lo que pareció haber funcionado porque el rostro del menor se relajó completamente. — ¿Nos vamos? — los dos menores asintieron a la vez así que partieron rumbo a sus hogares.

¿Habré visto mal? Se cuestionaba Taeyong mientras oía a los dos chiquillos hablar muy animadamente entre sí.

Realmente esperaba que lo que vio haya sido una equivocación y aquel chico con el que cruzó miradas solo haya estado mirando hacia otro lado y no hacia ellos, más específicamente a él con un semblante indescrifrable en su rostro.

H𝗘 I𝗦 N𝗢T 𝗚A𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora