H𝗘 I𝗦 N𝗢T 𝗚A𝗬

━ 𝐒𝖾𝗂𝗌.

Cuando se trataba de enviar mensajes Jeno lo hacía con experticia, siempre con coqueteo de por medio y una que otra insinuación. Pero esta vez, luego de mucho tiempo, era diferente. No iba a escribirle a una de sus tantos ligues, tampoco a un amigo cercano; más bien se trataba del mismísimo Huang Renjun. Aquel del que había tratado de alejarse en todo momento porque su sola presencia lo incomodaba a más no poder. Pero ahí estaba, intentando con todas sus fuerzas escribirle un simple hola junto con una invitación para salir a cualquier lado, el que sea. Aunque, claro, solo como amigos.

Lo estuvo haciendo desde hace dos noches. Se había partido la cabeza pensando en cómo iniciar una conversación casual con Renjun y que no se vea nada forzado, mas sin embargo terminó borrando su mensaje incontables veces con la idea de que parecía un poco insistente.

El pelinegro no se rendiría, al menos no tan fácilmente por lo que su idea seguiría en marcha. Tecleó algunas letras, algo que sonara casual como él quería, pero al releer el mensaje... simplemente aún no lograba convencerse del todo. El mensaje podría malinterpretarse y era lo que menos quería en estos momentos.

Definitivamente lo borraría por milésima vez, y estuvo a punto de hacerlo si no fuera porque sintió unos toques en su espalda. Acción que lo hizo sobresaltarse y sin querer terminara aplastando el botón de enviar.

Jeno
Hey, Huang, salgamos.

Se quedó congelado, viendo cómo su mensaje ya había sido recibido. Quiso borrarlo definitivamente para ambos cuando salió de su trance, lamentablemente de los nervios lo terminó borrando para sí mismo.

Estaba jodido, era su maldito fin y ya no podía hacer nada para evitarlo. ¿Ahora cómo se supone que lo miraría a la cara? No volvería a tener las agallas para hacerlo.

— ¿Jeno? — le llamó confundido Jisung al ver cómo su pelinegro amigo y compañero de clase estampaba su frente contra la mesa. Auch. — ¿Está todo bien? Pareces demente. — enarcó una ceja y se sentó a su lado.

Lee giró su cabeza exageradamente que sintió su cuello casi romperse, viendo cómo este aún lo miraba de manera extraña, pero no se atrevió a contestarle. Su estado de humor no era el mejor de todos y podría decir cualquier tontetía en ese estado de ánimos. Prefería no arriesgarse pero eso molestó más a Jisung, lo pudo notar por su semblante serio y cansado.

Park se encogió de hombros, soltando un suspiro sin dejar de mirar a Jeno que observaba ensimismado su teléfono, como si estuviera esperando algo. No lo sabía con certeza, pero así se imaginaba Jisung puesto que no apartaba la vista de la pantalla encendida y como su curiosidad era más grande tomó arrebatado el movil de entre las manos de Jeno, alejándose lo más que pudo cuando notó la mirada asesina de Jeno y viendo qué era lo que tenía a su amigo así. Se sorprendió al conocer la respuesta.

— No sabía que te habías vuelto cercano a Renjun hasta el punto de tener su número.

— ¿Qué mierda? — el mayor se levantó tirando la silla al suelo por la brusquedad con lo que lo había hecho. — Jisung, devuélveme mi maldito celular.

Pero el de cabello rosa opaco hizo caso omiso a sus palabras, al menos utilizaría esta situación para molestar un poco a Jeno. Era justo cuando del que siempre se burlaban era él hasta por la más mínima cosa que hacía, esta vez era su turno y... oh, lo estaba disfrutando al máximo.

— No me digas... — Jisung hizo una pausa antes de continuar, poniendo su mejor cara de asombro. — ¿Acaso te gusta... Renjun? — quizo reír al ver el semblante de su pelinegro amigo. — Dime, Jeno, ¿no que los hom-

— ¿Y a ti no te gusta Chenle? — contraatacó un furioso Jeno. — Porque, vamos, no creas que no nos damos cuenta cuando lo miras y cómo tu rostro cambia al verlo con alguien más. Tensas tanto la mandíbula y haces puños tus manos que parecería que en cualquier momento vas a explotar. — touché. Sonrió socarrón, aprovechando el momento en el que Jisung quedó perplejo para tomar nuevamente lo que le pertenece. Se sentía victorioso.

Jeno guardó inmediatamente sus cosas cuando la campana sonó y salió de su salón de clases con una notable tristeza en su rostro.

Durante todo el día había estado revisando su celular, esperando por una respuesta de Renjun. Respuesta que nunca llegó y que solo ponía más nervioso a Jeno porque miles de ideas llegaron a su cabeza. Cabe aclarar que todas eran negativas y aquello no le gustaba en lo absoluto.

¿Y si había arruinado la amistad que empezaba a formarse con el chino?

Sí, sonaba un poco paranoico pero su mente no dejaba de pensar en ello por más que quisiese, y es que siempre «cada maldito segundo» recordaba el mensaje que le había enviado horas atrás. Le preocupaba con demasía que en verdad llegue a malinterpretarse y Huang decida alejarse de él. Le daba miedo de solo pensarlo por más que sonara absurdo.

Lo mejor era saberlo por su propia cuenta por lo que se dirigió al salón de Renjun, buscándolo con la mirada sin mucho éxito.

— Oye. — llamó a una chica que iba saliendo la cual regresó a verlo con una sonrisa tonta en el rostro. — Huang Renjun. — vio la cara de confusión de la mujer frente a él y rascó su nuca, avergonzado. — ¿Lo has visto?

— Él... no vino hoy. — dijo con un tono de total decepción.

Jeno suspiró, marchándose de allí camino a su hogar. Entendió que quizás Huang había enfermado y por eso no respondió su mensaje así que decidió no pensar en ello y solo esperaría pacientemente por una respuesta. Pero de pronto su celular vibró y lo revisó, encontrándose con el tan anhelado mensaje. Una enorme sonrisa se plantó en su rostro y su estómago cosquilleó.

Huang
Claro, ¿cuándo?

𔒱

ayuds, casi no encontré fotos de Jisung y Jeno.): [cry]