Capítulo 11: Seventh Year: Harry Potter's Heart

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El desayuno fue incómodo a la mañana siguiente y Hermione y Ron intercambiaron miradas mientras Severus se paseaba por la cocina y se servía con seguridad como si lo hiciera todos los días. Cosa que hacía, desde hacía tiempo, pensó Harry y les sonrió tenso.

Se bajó en el banco junto al hombre y casi jadeó ante el apretón tranquilizador de una mano en su muslo. Daba miedo lo bien que Severus podía leerle a estas alturas y cómo siempre sabía qué pequeño gesto ayudaría a Harry. Era exasperante y perfecto.

Severus aprovechó la oportunidad de las bocas ocupadas con la comida y el té para explicar con más detalle lo que había revelado la noche anterior. Cómo Voldemort había exigido la espada porque sospechaba que Dumbledore había planeado algo cuando se la legó a Harry. Y, después de todo, había tenido razón en eso.

Fue entonces cuando Hermione habló por primera vez.

-Profesor, si no le importa que le pregunte, pero si la espada tiene que ser tomada bajo las condiciones de necesidad y valor, ¿cómo va a funcionar? Simplemente está sentada en el despacho del director, ¿no es así?-.

Harry la admiró por su ingenio -no había pensado en eso- y miró a Severus expectante.

-Muy buena pregunta, señorita Granger-. Contestó Severus y Hermione puso cara de haberle concedido veinte puntos de la casa.

-Volví a uno de los recuerdos del difunto director y me di cuenta de algo-, continuó y hasta Ron pareció escuchar atentamente ahora.

-Por razones que no tenía claras, la espada no parecía funcionar como se esperaba, y aunque conseguía destruir el Horrocrux, no evitaba que se activara la maldición. Eso me hizo dudar-.

-¿Dijiste que la espada sigue a un maestro, de forma similar a la lealtad de una varita?- Hermione reflexionó y Harry lo captó. Había leído bastante sobre las varitas en las últimas semanas.

-¿Crees que Dumbledore no era su amo en ese momento y que por eso no le protegió?-.

-Es la conclusión más lógica. Y teniendo en cuenta que la última persona a la que ha llegado la espada está sentada a mi lado, creo que es probable que no nos encontremos con el mismo problema-.

Harry jadeó. -Crees que...-

-Lo creo. Tú fuiste la última persona en obtener la espada en condiciones de necesidad y valor. No veo ninguna razón por la que la lealtad de la espada haya cambiado mientras tanto-. Dijo Severus.

-Creo que hay una forma fácil de averiguarlo-. murmuró Harry, metiéndose el último trozo de huevo en la boca. -Por cierto, ¿dónde está la espada ahora?-.

Severus se palmeó el abrigo. -Aquí dentro. Encanto de expansión-.

-Como tu bolsa, Hermione-. Dijo Ron y todos se volvieron hacia él, ya que era la primera vez que hablaba desde la noche anterior.

Hermione le sonrió. -Sí Ron, como mi bolsa- y le dio una palmadita en la rodilla con una cara de ligera resignación.

-Tiene toneladas de libros ahí-. Ron murmuró.

**********

Harry lo miró con desconfianza, era evidente que Ron estaba tratando de armarse de valor para decir algo y tantear el terreno. Siempre hacía eso, decir algunas tonterías antes de soltar la bomba.

-Quiero preguntar algo-. Ron continuó y la tensión volvió a aparecer en su mandíbula. Miró la de Severus, cuyo rostro estaba tranquilo y sereno. Harry contuvo la respiración.

-¿Mataste a Dumbledore?-.

Harry exhaló temblorosamente. Sus ojos volaron hacia Severus que estaba a su lado.

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