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La vampiresa sonrío con malicia y se acercó con paso firme a la cazadora. Derek la seguía como si fuera su guardaespaldas.
- hola cariño - saludo para luego concentrarse y comenzar a hipnotizarla - ¿bebes verbena?
- no.
- entonces saldrás de este lugar y olvidaras todo lo relacionado con los sobrenaturales, no existe la manada de Scott, no existen los lobos, vampiros, nada. Tuviste un accidente por lo que no recuerdas los últimos años de tu vida. Buscaras un nuevo trabajo y vivirás una gran vida.
Así lo hizo, se fue de el lugar y olvidó por completo lo antinatural.
- problema resuelto - le dijo a Derek ahora caminando hacia la salida.
Frente a ellos aparecieron tres hombres impidiéndoles el paso.
- ¿Dónde está Monroe? - pregunta el tipo de en medio.
- ella pasó a mejor vida.
La rubia recibió una mirada de reproche por parte de el lobo, pero no fue de su importancia.
Uno de ellos, con notoria molestia, se acercó a Rebekah e intento apuñalarla pero su intento fue en vano pues la rubia le rompió la mano y cayó al suelo adolorido.
- no aguantan nada - dijo burlesca.
- ¿nos dejan ir o comenzamos a matar personas?
- los van a dejar ir. Y los cazadores y yo vamos a tener una severa charla.
Hablo Chris Argent detrás de ellos.
- ya escucharon al cazador. Déjenos pasar - ordenó Derek.
Los sobrehumanos salieron del lugar con suma elegancia, satisfechos por lograr su objetivo.
Caminaban tranquilamente por el puente DuSable Bridge en Chicago. Al principio lo hacían en silencio, luego, para romperlo, la rubia comenzó a hacerle bromas a Derek.
- si parecías mi perro faldero - dijo riendo.
- que no.
- que si.
- que no.
- que si.
- ¡QUE NO!
Derek acorraló a Rebekah contra el puente.
- uhh se enojo el perrito - hablo la rubia con gracia.
- que no soy un maldito perro.
El lobo mostró sus ojos color azul intenso. La rubia mientras se seguía riendo con burla, lo tomó del saco y lo giro, quedando ahora él en la posición de ella.
- te dije lo sexi que te ves enojado - acarició el rostro de el pelinegro.
