CAPÍTULO I ;

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capítulo i ;

ANTIOPE


Cuando la chica despierta, siempre puntual a las 6 de la mañana, la casa esta vacía. El sol no ha salido aún, por lo que apenas y hay luz, hasta que Antiope sale de su cuarto al comedor/cocina y prende la luz principal. 

Los platos de su comida de la noche anterior siguen en el lavaplatos y no hay señal de que su madre haya estado aquí. Todo se ve como lo había dejado ayer. Un sentimiento de tristeza inunda a Antiope por unos momentos, pero se obliga a si misma a recordar que su madre tiene un trabajo que la mantiene ocupada la mayor parte del tiempo.

Trabajar en el faro no es algo fácil.

La casa que el Distrito les había otorgado a la familia de Antiope esta situada a unos metros del dichoso faro, en un peñasco alto que daba hacia la costa. El trabajo del faro es iluminar la bahía, pues uno de los puertos del Distrito esta en la playa bajando el peñasco, durante las tormentas o la noche. La verdad es que no se requiere mucho para estar en el faro, solo tienes que prender una estúpida luz que hace todo el trabajo. O eso opina Antiope. 

Pero la madre de Antiope, Hippolyta, opina diferente, es ella quien insiste que el trabajo en el faro no es nada fácil pues tiene que estar alerta a todas horas. Su hija no esta de acuerdo pero nunca se lo hace saber, Antiope se las arregla bien sin hablarle a su madre cuando ella esta trabajando. Más que trabajar, Hippolyta se la pasa limpiando el lugar, una obsesión que comenzó luego de que el padre de Antiope muriera. 

De todos modos, una vez que se pone su uniforme de entrenamiento, playera sin tirantes blanca y pantalones negro, Antiope se dirige al faro, subiendo las escaleras como parte de su entrenamiento. Uno tiene que aprovechar todas las horas del día, es lo que le diría Tatiana Mane, su entrenadora. Por eso, Antiope ha aprendido a no quejarse cada que sube las interminables escaleras en el interior del faro. 

Como lo espera, una vez que llega a la parte superior, donde su padre había instalado un sillón y una pequeña cocina cuando solía trabajar ahí, Antiope encuentra a Hippolyta Maris, su madre. 

—¡Ani! —la saluda su madre, usando aquel apodo que la chica tanto odia—. Perdón por no haber ido a cenar anoche, tenía cosas que hacer y- ¿Comiste bien? Te deje sopa en el refrigerador espero que la hayas visto. 

—Mamá, esta bien. No te preocupes. —la madre de Antiope habla con nerviosismo y eso pone igual de nerviosa a la chica.

—¿Sí comiste la sopa? —le pregunta y Antiope asiente—. Ah bien, que bueno que te mantienes alimentada. ¿Ya desayunaste? ¿No? ¿Quieres desayunar? Tengo un poco de pan y creo que hay restos de la cena de antier en el refrigerador. 

GALVANIZE ⸺ the hunger gamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora