CAPÍTULO 9 MENTIRAS DESCUBIERTAS

3.6K 507 20
                                    

Katia
Estoy al lado de Rodrigo, salió bien de la operación que le realizaron por poco y pierde la vida, no a causa de la lesión, que no fue tan grave como para poner en riesgo su vida, sino por la hemorragia que sufrió, casi no me dejan verlo, porque está en terapia intensiva y cuando lo he visto esta semi inconsciente, a causa del medicamento, pero eso pronto cambiará, tengo que darle dos grandiosas noticias, pero lo haré cuando lo trasladen de hospital y tenga su propio cuarto. Ahora solo me conformo con verlo por unos cuantos minutos.

Desde que está aquí han pasado cinco días y tantas cosas, mi padre Sergey, sigue siendo mi héroe, sus investigaciones por fin pusieron al descubierto quién fue quien atentó contra mi madre y no fue él, él ya está libre, los guardias que lo custodiaban se han retirado.

Dentro de todo lo bueno hay una triste noticia para él, fue su madre quien lo planeó todo, fue ella quien tomó su auto, al parecer tiempo atrás ella lo usaba y tenía una llave extra, y aunque ya tenía mucho sin prestárselo ella nunca devolvió las llaves, así que no le fue difícil sacarlo, aprovechó que era fin de semana, él no usaba su auto, tenía una moto, en la cual solía ir a acampar, generalmente cuando se llevaba su moto acampaba solo, como en esa ocasión. Su coartada era real, pero no había forma de comprobarla.

Se descubrió que ella sobornó a un funcionario de la policía, quien por dinero aceptó levantar la denuncia por el robo del auto y luego retirarla al día siguiente, todo a nombre de Rodrigo, ella había falsificado su firma. Luego cuando se supo lo del accidente el policía corrupto se encargó de no investigar más de la cuenta y cerrar el caso rápido, para que no se descubriera la falta que había cometido. Ahora todo estaba al descubierto y los culpables pagando por ello, todos menos esa mujer, había desaparecido.

Rodrigo
Estamos en el campo en la cima de una montaña, mirando el atardecer. Solos, Katia y yo, me sentía tan feliz de que por fin fuésemos libres para amarnos.

Ese día en el hospital, aquel al que me trasladaron, lo primero que vi al despertar, fue el dulce rostro de quién creí que era mi hermana.

_ ¡Estás bien! - me dijo acercándose. Acarició mi rostro como hacia tanto tiempo no lo hacía y me besó. Quise rechazarla, pero no me lo permitió y mi fuerza de voluntad se desvaneció, hacia tanto tiempo que lo deseaba que me fue imposible detenerla y detenerme.

_ No somos hermanos. - susurró a mi oído, estaba llorando. _ mi padre no es el tuyo.

Yo la miré incrédulo, sentimientos encontrados me invadieron, éramos libres para amarnos, pero... ¿mi madre había engañado a mi padre...? ¿Y a mí...? Entonces ¿quién era yo? ¿quién mi padre?

_ Hay una prueba de ADN de por medio. - escuché de nuevo su voz y sentí sus manos de nuevo en mi rostro, estaba tan cerca de mí, que supe, que sería más terrible saber que seguíamos siendo hermanos, a saber, que había vivido engañado todos estos años, saber que no tenía familia, ni un padre, porque ella era más que eso para mí, ella sería mi esposa y sería mi familia. Además, aunque mi padre no lo fuera biológicamente aún lo tenía y a los abuelos, claro, a menos de que ellos me rechazaran, en ese momento no sabía lo que sucedería, pero aun así estaba feliz y más cuando me dijo que estaba libre, que habían encontrado al culpable, en ese momento se negó a darme más detalles, dijo que después lo haría.

Y ese después fue hoy, aquí, en este momento.

Había sido un duro golpe saber que no era quien creía ser, a pesar de ello mi familia siguió siendo mi familia, para ellos nada había cambiado yo era hijo de Roger y mis hermosos abuelos me aseguraron que seguía siendo su nieto, pero igual que Katya nadie mencionó el asunto de mi detención, ni siquiera cuando todos reunidos, se presentó Serguei con su esposa y totalmente apenado y arrepentido le pedí perdón.

_ No tengo nada contra ti. - me dijo ella, lo único que lamento es que a causa de esto tú y mi hija hayan perdido tanto tiempo valioso, fue por ti y por mí y ahora soy yo quien te pide perdón, porque mi imprudencia, les causo tanto dolor.

Nos abrazamos en ese momento, y de verdad estaba arrepentido, en ese abrazo sentí como se hubiese sido el abrazo de mi madre si me hubiera querido. Era la primera vez que supe lo que era el amor de una madre, lástima que no era la mía, la mía había desaparecido, había intentado asesinar a esta hermosa mujer que pronto se convertiría en mi suegra, aunque en ese momento no lo sabía aún, y había hecho todo lo posible para culparme a mí, su hijo y se marchó, dejándome en medio de todo lo que ella había ocasionado.

Además, esa tarde mi padre decidió, ahí en medio de todos, contar lo que realmente sucedió acerca de él, ella y Marcela, fue ahí cuando más apenado me sentí, al saber que fue mi madre quien destruyó el hogar de Katya, que con su proceder causó que Katia creciera sin un verdadero padre y que fue Marcela la verdadera víctima, no ella como me contó a mí.

Y contra todo pronóstico, fue Marcela quien se acercó a mí y me consoló.

_ No te avergüences de lo que hizo tu madre. - me dijo. _ no cargues con sus culpas, ella es responsable de sus propios actos, y no te atormentes pensando en el amor que no te dio, hay tanta gente a tu alrededor que te ofrece más que eso. Estaba llorando y no sé por qué sentí que lo decía por ella también.

Me hubiera gustado permanecer así con ella, pero su esposo se acercó y ella dejo mis brazos para refugiarse en los de él. Él la rodeo y como siempre lo hacía, la protegió.

Yo no me quedé solo, Katia tomó el lugar de su madre y con voz entrecortada le pedí perdón de nuevo, había sido tan idiota. Aun así, ella seguía a mi lado, como lo estaba ahora, abrazándome mientras contemplábamos el atardecer, ella me acababa de confesar que era mi madre la causante de que yo hubiese pasado por todo lo que pase, el ser acusado, el ir preso, el que me hirieran en prisión, el que casi muero en un hospital. La información era devastadora, ya era malo saber que se había marchado de viaje y no había estado a mi lado cuando la necesitaba, pero ¿saber que era ella quien había causado todo? Aun así, lo compensaba el hecho de que había servido para darnos cuenta de que Katya y yo no éramos hermanos y que ahora podíamos soñar de nuevo, que en el momento en que quisiéramos podríamos casarnos, porque ya éramos adultos e independientes, habíamos terminado nuestras carreras y estábamos forjando nuestro futuro y lo haríamos juntos.

_ ¡Llora! - me dijo sin dejar de abrazarme. _ después será tiempo de reír, de ser felices. Lo seremos. - me besó. _ te lo prometo.

Yo correspondí, no sé cómo pude vivir tanto tiempo sin ella, ella era quien me motivaba, quién me daba fuerza, era mi motor, mi ancla, para no ser más de lo que debería ser, era mi tesoro y ahora no lo soltaría. Dejaría atrás el pasado y mi energía la dedicaría a hacerla feliz.

AMOR VERDADERO/No. 4 De La Serie: AMORESWhere stories live. Discover now