8 Años

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Ahora tenía 8, y una cicatriz había quedado en mi pie por la herida que me hice en el río y Jiang Cheng terminó abriendo de nuevo.

Hoy era un día normal como todos, estaba volando en Suibian, Madam Yu me veía dese uno o dos metros abajo, tenía que aprender a montar mi espada y esa era una buena forma de hacerlo.

Empezamos con unos cuantos centímetros encima del suelo para que me acostumbrara a la sensación, todos los días aumentabamos la distancia, por eso ahora estaba cerca del techo del Hanshi.

Estuve varios minutos en el aire hasta que Madam Yu me dejó bajar, como siempre lo hacía con lentitud para evitar alguna caída.

En el suelo desordenó mi largo cabello haciendo que me quejara en medio de su risa, tuve que estar durante varios minutos tratando de arreglar los mechones de mi pelo que estaban donde no debían.

-¿A-Xian pasa algo?

Me volteé al escuchar mi nombre, A-Li me veía extrañada, solo resoplé y me acerqué a ella, seguramente acomodaría mejor mi pelo de lo que yo lo hacía a ciegas.

-¿A-Li puedes arreglar mi pelo? Madam Yu lo desordenó.

La chica soltó una risa y yo la miré mal, agitó la cabeza para alzar su mano y empezar a hacer lo que le pedí, pasó unos segundos así hasta que acomodó mi flequillo y supe que había acabado.

-Ya está listo A-Xian.

-Gracias A-Li.

Me iba a voltear cuando mi pelo fue desordenado de nuevo por Madam Yu, la miré mal con un puchero en los labios, ella sonrió sin nada de malicia, suspiré para ver a Yanli que reía por mi desgracia.

Soplé un mechón del pelo que caía en mi cara para sacudir la cabeza, probablemente me desordenara más pero aún así lo hice, cuando me detuve pasé mi mano por las hebras notando que todo estaba en su lugar, sonreí victorioso para volverme un lobo y evitar que Madam Yu me desordenara de nuevo.

Caminé con la cabeza en alto orgulloso de haber ganado, lo que no esperaba es que litros de agua fueran arrojados encima mía, gruñí de una forma bastante ruidosa, Madam Yu y A-Li estallaron en risas.

-¡Mamá, A-Li no se rían!

Me sacudí y noté que alguien me miraba fijamente, volteé y Madam Yu parecía bastante sorprendida, alcé una ceja y comprendió mi pregunta no formulada.

-Me llamaste mamá...

Mis ojos se abrieron con rapidez y retrocedí un poco para bajar la cabeza y volver a mi forma humana, tenía que buscar una forma de disculparme, cuando encontré las palabras perfectas un par de brazos me rodearon dejándome en blanco.

-Me alegra que me llames así...

Sentí mis mejillas sonrojarse por el contacto y la vergüenza invadirme, no me esperaba un abrazo, me calmé y devolví el abrazo aún con las mejillas rosadas mientras cerraba los ojos.

Duramos unos segundos abrazados hasta que el tío llegó y dejó salir de sus labios un sonido de sorpresa, Madam Yu y yo le miramos sin separarnos, sin darme cuenta había empezado a llorar por lo que la mujer que me abrazaba se asustó y limpió mis mejillas.

Yo me escondí de nuevo en su pecho, no quería separarme de ella, comprendiéndolo me levantó del suelo llevándome en sus brazos, supuse que la cara del tío seguía en blanco cuando Madam Yu movió la cabeza obligándole a mantenerse en silencio.

[...]

Era mayo, exactamente el 2, por eso era un día atareado, era el cumpleaños de A-Li y todos queríamos darle grandes regalos, el problema era que el regalo que encargamos especialente para ella aún no llegaba, y sin ese regalo los demás no servían de nada.

Desprecio Y Obligación Where stories live. Discover now