Ella Está Rota

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Sus piernas temblaban al ver al hombre frente a ella, sus ojos negros y su aura demoniaca le infligían un terror que no sabia que podía llegar a sentir, había pasado tanto tiempo a su lado, pero aun no podía acostumbrarse a sus cambios de humor, unas veces gentil y benevolente haciendo que sus días fueran menos tormentosos, pero de un momento a otro ese hombre que mostraba un pequeño lado bueno se transformaba en su peor pesadilla. él es un demonio, este hombre oscuro y letal quería romperla por completo quería demostrarle que él era su amo, que él podía decidir sobre su vida y que su intento de escape había sido su peor traición y lo pagaría con sangre.

-Quiero que mires a tu alrededor y veas que tan sola estas, quiero que veas que solo yo soy dueño de tu libertad, me has traicionado Hinata te di confianza y así es como me pagas, querías dejarme, ¡querías regresar con ese bastardo! - Jigen rugió mientras tomaba fuertemente la mandíbula de Hinata y tapaba su boca mientras su otra mano apretaba el agarre en el Kunai que previamente había esterilizado.

"¡Lo siento, por favor perdóname, por favor, por favor!" Hinata estaba temblando, quería gritar y suplicar, pero la mano en su boca le impedía pronunciar aquellas palabras, sabía que aquel perdón jamás llegaría, este hombre se había obsesionado con ella, este sujeto estaba a punto de quitarle lo único que conservaba intacto, lo único que podía devolverle su libertad.

Entonces Hinata vio como el hombre acercaba el kunai a su rostro, lo vio dudar y una pequeña esperanza inundo su mente, pero mientras se retorcía y trataba de morder su mano en un intento desesperado de evitar lo inevitable, mientras trataba de abrir la boca y gritarle, rogarle por piedad, un dolor intenso recorrió todo su cuerpo.

Lo vio cortar los músculos y tejidos de su globo ocular.

Lo vio sostener el globo ocular fijamente mientras una mueca de satisfacción enfermiza adornaba su rostro sombrío.

Un grito ensordecedor retumbo en todo el lugar.

Dolor.

Goteo.

Sangre.

Lagrimas.

Lagrimas mezcladas con la sangre de su cuenta vacía.

Antes de que todo su mundo se convirtiera en oscuridad, antes de que todo se volviera negro, vio los ojos negro cuervo del Diablo llenos de satisfacción al oír su grito de puro dolor y su rostro en muecas de agonía.

-Así aprenderás que tu vida me pertenece, Hinata-

ELLA ESTA COMPLETAMENTE ROTA

Abrió los ojos y con sus manos temblorosas toco su rostro, salto de la cama y corrió rápidamente al baño, al verse en el espejo comprobó que su ojo derecho estaba completamente intacto, no había rastros de lo que fue su tortura, de aquella escena tan macabra, solo las lágrimas, el sudor que recorría su frente y las ganas de vomitar eran lo único que quedaba de su cruel pesadilla.

Podía jurar que todo había sido real, podía jurar que su dolor, su angustia y aquel kunai enterrándose en ojo derecho había sido real, el dolor fue real, pero ahora mirándose en el espejo no había rastro de lo que fue aquella locura. Si, definitivamente se estaba enloqueciendo, las pesadillas no habían parado, todas y cada una de ellas estaban en su mente y no se iban, cada día eran peores, cada noche era un tormento para ella. Había perdido mucho peso y las marcas negras debajo de sus ojos pálidos eran una muestra de lo mal que la estaba pasando.

A veces sentía la necesidad imperiosa de correr a los brazos de su esposo, abrazarlo fuertemente y contarle todos sus miedos, confesarle que se estaba rompiendo cada día un poco más, que era cuestión de días u horas para que su mente se fraccionara en miles de pedazos, pero sabía que era una locura decirle algo como eso, sabía que lo preocuparía estúpidamente y que sus pesadillas eran solo eso pesadillas que tal vez podían ceder con el paso del tiempo. Además, el parecía evitarla de una u otra forma, parecía como si le doliera mirarla a los ojos, ya no pasaba tiempo en casa y llevaba meses sin dormir en su cama, solo iba recogía mas ropa y le daba un pequeño beso en la frente mientras le decía que tenía mucho trabajo. Ella solo asentía y le deseaba buena suerte.

PESADILLASWhere stories live. Discover now