— ¡Hijo! ¿Trajiste a Kanawut? — Una voz femenina se escuchó cuando la puerta fue abierta y ellos ya estaban ingresando. Esa simple frase hizo que Win y su lobito se sintieran confundidos pero a la vez tristes, por un momento pensó que Bright no le había contado a su madre que estaba con él.

— Mamá, es Metawin, no Kanawut. — El moreno carraspeó incómodo, tomando de la cintura a su novio, pues era obvio que se había sentido mal por la comparación.

— Oh, Metawin... Disculpen, es que los nombres son tan parecidos.

— Él es Gun, el hermanito de mi novio.

— ¿Gun? Ese nombre me suena mucho, ¿No será de la familia Phunsawat? Como sea, lo importante es que vinieron, pasen a la sala.

— Un gusto conocerla señora, Chiva-aree. — Murmuró Win haciendo una reverencia por educación, esbozando una sonrisa tímida.

— El gusto es mío, Metawin.

La madre de Bright se casó con el padre de este a penas quedó embarazada, podía ser dulce cuando quería, pero también una víbora cada que se lo proponía, era todo lo contrario a su sumiso esposo de buen corazón, solo le importaba tener una buena apariencia ante familias aliadas igual de millonarias como la suya, le gustaba mandonear a los que consideraba inferiores, ella no tenía sirvientas, tenía criadas a las cuales las trataba como perros cuando no cumplían lo que pedía. Si bueno, el demonio en vida.

— Mamá, te pido que seas respetuosa con mi Omega, no quiero que lo compares con nadie, si lo traje es porque él ya forma parte de mi vida y no necesito tu aprobación, solo tu apoyo. — Pidió Bright cuando su novio se alejó para entrar a la sala.

— No me puedes pedir eso, hijo, él no es bueno para ti, Gulf era...

— Gulf me engañó y tiene otro Alfa, deja de meterlo. — Frunció su ceño con suavidad, negando, sin dejar que su madre hable caminó a la sala para sentarse al lado de su novio, tomando su mano para entrelazar sus dedos. — Si deseas algo solo dile a las Nonnas, ellas son muy amables con todos.

— No te preocupes amor, estoy bien. — Sonrió de manera tierna.

— Pasen a la mesa jóvenes, la cena ya está servida. — Habló una de las señoras mayores que atendía a la casa.

Todos se sentaron, aunque la señora Chiva-aree estuviera hecha una fiera por dentro sabía muy bien como ocultarlo y verse jodidamente real con sus expresiones y sonrisas fingidas, le sería muy fácil manipular al castaño para que se alejara de su querido hijo, no iba a permitir que la imagen de su familia fuera deteriorada por un chiquillo marginal y aparte, estéril, era lo último que permitiría.

Todos empezaron a comer, Win se empezaba a llevar muy bien con el padre de su Alfa, el señor Chiva-aree lamentablemente era una de las víctimas de su amada esposa, él no sabía decir no, era muy influenciable y al mismo tiempo no podía hacer daño ni a una mosca, él estaría feliz siempre y cuando las personas que amaba lo sean, ahí era cuando la señora Chiva-aree entraba en acción y se aprovechaba de ese corazón de pollo con el que su  marido nació.

— Y dime, Win. — Habló la mujer limpiando su boca de manera delicada con la servilleta. — ¿A qué se dedica tu familia?

— Ellos son de Nakhon Pathom... Mi padre viaja a muchos lugares ya que estudió negocios internacionales, debe estar asistiendo a las aduanas constantemente... Y mi madre es maestra... — Murmuró sonriendo amablemente, siempre había admirado a su familia, no eran pobres, pero el dinero tampoco les sobraba y era mejor eso, a pesar de que haya recibido malos tratos, agradecería toda su vida que sus padres lo hayan educado poniendo como prioridad la humildad.

Manos de Ángel | BrightWin | Adaptación ✔️Where stories live. Discover now