Ramé[CM#2]✔

Capítulo XXIII

-No espero que respondas. Me conformo con poder estar a tu lado hasta que seamos viejitos _Refuta. Lucho contra todo mis ser para no reír a carcajadas por su comentario. Típico de Emma James.

-¡Despierta! _Gritan en la lejanía. Abro los ojos lentamente y distingo a Venecia, esta al verme se separa del Vor, el cual rueda los ojos. Aprovechando la situación para manosear a mi sobrina. ¡Cabrón!

-Tenemos que ir a un hospital. Logramos sacar las balas, pero perdió mucha sangre. Ayúdame a levantarlo _Le pide a Christopher, el cual acata todo lo que dice. ¿Quién lo diría? Volvió a caer por una mujer, y me temo que no por cualquiera, se trata de una Romanov.

-¡Resiste un poco más! _Me pide mi sobrina. No tengo siquiera fuerzas para responderle.

-¿Podrías dejar de gritar? Eso no va a resolver nada _Refuta el imbécil de Morgan. Venecia lo fulmina con la mirada. ¿Cómo no se dan cuenta que ambos están perdidos el uno por el otro? Sí, eso sonó muy Emma. ¡Cómo quisiera verlas por última vez!

-¡Cállate, Morgan! ¡Él no se va a morir! _Masculla. Suena segura de sus palabras. Me temo que quedará como una mentirosa frente a Emma.

-¡No te duermas! _Vuelve a gritar Venecia.

-Padre _Su voz llena mis oídos. ¡No puede ser! ¡Es imposible!

-Vladimir _Es lo último que logro articular antes de cerrar los ojos.

Venecia

Ingiero lo que trajo la enfermera por obligación. Gracias a dios pude donarle sangre a Ilenko. Christopher se encuentra en la sala de espera del hospital. Un hospital que nos vimos obligados a invadir. Sé que asesinar a Gema Lancaster me puso en evidencia y ahora, al igual que todas las personas con las que me he relacionado en los últimos meses, soy prófuga de la justicia. Seguramente lo que hice afectará la alianza que tiene Antoni con la FEMF. La chica hace su trabajo con manos temblorosas. No la culpo, yo también me habría asustado si alguien me obligara a hacer mi trabajo bajo amenazas. En la habitación donde me encuentro se encuentra Salamero con un arma en las manos. Boris está en el quirófano con el Boss. Al estar mi tío inconsciente el que manda y dispone es Christopher.

¡Se ve tan sexy de jefe!

Ruedo los ojos. ¿Cómo alguien puede pensar en sexo en un momento así? Sin duda, mi otra personalidad es una ninfómana en todo el sentido de la palabra.

¡Tú también! Acaso, ¿no te das cuenta de que cuando tienes sexo con nuestro Chris, te pones como un animal?

Niego. No soy una animal. Quizás el placer me ciegue, pero no al punto de querer tener relaciones sexuales las veinticuatro horas del día. Aunque debo reconocer que si estuviésemos en otra situación y si él no se hubiera comportado como un verdadero imbécil ahora estaría sobre él. Salgo de la habitación y Christopher se incorpora en el asiento. Estoy algo mareada, supongo que por la pérdida considerable de sangre. Me veo obligada a sostenerme del Vor. Este me rodea con sus brazos. Levanto ligeramente la cabeza. Nuestros ojos se concectan. Una sonrisa de medio lado por su parte provoca tantas cosas en mí que me asusta. Su olor masculino es exquisito. Su corazón se acelera con mi cercanía. ¿Cómo lo sé? Fácil, tengo las manos sobre su pecho. Él observa mis labios y yo observo los suyos. Se está acerco peligrosamente y lo peor es que se lo estoy permitiendo. ¿A dónde se fue todo mi enojo por las mentiras y el engaño? ¿No qué nunca volvería a permitirme que las cosas que él me provoca hablaran más alto que la razón? Un carraspeo por parte de Dominick nos regresa a la realidad. Christopher lo fulmina con la mirada.

-¿Cómo está? _Pregunta y observo al Vor a la espera de una respuesta que solo él puede proporcionarnos. No me encontraba presente cuando el médico informó el cuadro clínico de mi tío.