Seokjin niega con la cabeza.

—Mi único y próximo plan es ser padre. Mis colecciones pueden esperar.

El fotógrafo da un lento asentimiento con la cabeza ante su respuesta y luego se dispone a tomar su bolso.

—Fue un placer volver a encontrarnos, señor Kim —le dice a Seokjin, a modo de despedida, y a mí me dedica una sonrisa gentil.

—Igualmente —murmura. Está claro que no puede ofenderse con este hombre por llamarlo de la típica manera respetuosa.

—No estuvo tan mal, ¿verdad? —Le pregunto a mi pareja una vez que estamos a solas.

—La cámara te adora, pero yo te adoro más —expresa, dando un paso hacia adelante y acortando peligrosamente la distancia que nos separa.

—Disimula, genio —replico, sin poder evitar mirar a mis lados para corroborar que nadie nos esté mirando.

Él rueda los ojos con genuina gracia.

—Dijeron que la campaña será lanzada a mediados del año próximo —comenta, tomando el teléfono de su bolsillo—. Seguramente te inviten al lanzamiento, pero es tu decisión si quieres o no asistir.

— ¿El año próximo? —Frunzo el ceño.

Si las fotos ya están hechas y la colección está terminada, ¿qué más podría llevarles tanto tiempo de preparar u organizar? Ah, maldito mundo de la moda.

—Es un proceso largo, niño.

Reitero: maldito mundo de la moda.

— ¿Ya pensaste en lo que podemos comer esta noche? —Interrogo, para variar, al tiempo que me acomodo un poco mi cabello con las manos. Hoy el estilista me peinó como si fuese un adolescente rebelde.

Seokjin guarda silencio durante un momento.

—De hecho... —Vuelve a hacer otra pausa que me desconcierta levemente—. Contacté a un amigo para salir a cenar, si no te molesta —espeta con cuidado—. Si no quieres quedarte solo, le cancelaré ahora mismo.

¿Acaso me tiene miedo? No hay manera que yo me enfade porque él quiera reunirse con alguna amistad. ¡Este hombre paranoico!

—No, no, está bien —me apresuro a decirle y a sonar lo más convincente posible, porque de lo contrario, me preguntará lo mismo durante las siguientes cinco horas—. No hay problema.

Seokjin impone otra pausa silenciosa mientras mira hacia abajo y relame sus labios constantemente.

—Pensándolo mejor... ¿Quieres venir conmigo?

—No —no vacilo al responder y lo miro de inmediato—. Es tu amigo, amor, apuesto a que tienen mucho para hablar.

—Me gustaría que se conozcan —puntualiza con mucha seguridad.

Lo conozco lo suficiente como para saber que hay algo más en sus palabras, en sus silencios que rozan la timidez y la incomodidad, en sus facciones.

—Jin, ¿hay algo que quieras decirme? —Aunque mi intención no es atemorizarlo, acepto que soné un poco terrorífico, así que trato de compensarlo con elevar mis comisuras labiales.

En ese momento, me doy cuenta de que Jin se percata de que está atrapado. Sea lo que sea que quiere decirme, no puede ocultarlo más. Y el nerviosismo se apodera de sus manos, pues empieza a moverlas en gestos inquietos, torpes e incluso infantiles.

Veo que se llena de valor para levantar la mirada y encontrarse con mis ojos curiosos y atentos.

—No es solo mi amigo, es una ex pareja.

"Tendencia + Torpeza" (Adap.) «JinKook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora