INSUPERABLES [•1]

Capítulo 25: Obra de teatro

— Hijo, te voy a ser sincera, si una madre conoce primero a la amante que a la novia es una clara advertencia de que la novia no es la indicada — dice lentamente precavida.

— No te metas.

— Tarde, ya lo hice.

— ¿Qué hiciste?

Señala el estante pequeño, me acerco allí y veo lo que hay, una caja vieja y media aplastada, la recuerdo, aquí guardaba mis fotos de niño. Le pedí a Logan que me la trajera para buscar lo que Aubrey quiere. Y también hay un reloj. Mi reloj, el que le di a Aubrey, ella nunca lo usaba frente a su novio, pero desde que terminó con él lo ha tenido en su muñeca, no he querido decirle nada al respecto pero ese acto me encantaba.

— Creo que alguien se lo olvidó aquí — comenta mi madre como si fuera normal.

— ¿Alguien?

— Si, sospecho que es de Aubrey.

Conociéndola ella nunca olvidaría nada. Entrecierro mis ojos hacia mi madre.

— ¿Por qué me miras así? Yo no hice nada.

— ¿Ni siquiera robarle esto para que obligatoriamente nos veamos?

Jadea dolorosamente y se lleva una mano al pecho, eso de ser teatreros viene de familia, como verás.

— Me ofendes, hijo, ¿Te crees que soy capaz de revisar un bolso ajeno cuando su dueña va al baño, por el simple fin de buscar algo perfecto para reunirla con mi hijo y así dejan de dar tanta vuelta? Jamás— baja de un salto y deja la taza, me mira sonriente y pasa por mi lado, palmea mi hombro —. No pienses esas cosas de mí, cielo.

— No va a funcionar.

— Si, lo hará. Ella necesitaba un empujoncito y yo prácticamente la arrojé al vacío y ahora te estoy dando el ascensor que necesitas para bajar con ella a ese vacío. ¿O acaso necesitas que también te empuje?

— Puedo solo, gracias.

— Eso creí. Buenas noches, mi amor — besa mi mejilla y se va muy campante.

— Buenas noches — susurro mirando el reloj. Mi madre es jodidamente astuta.

Dejo el reloj sobre la mesa y abro la caja. Rebusco entre mis fotos de la infancia hasta finalmente encontrar una de la escuela. Estoy con Aubrey sentada en mi regazo y sonriendo a la cámara, estamos rodeados de los que en ese momento eran nuestros amigos. Recuerdo que ese día estábamos en una fiesta como siempre. Ella se ve más joven claramente, tiene las mejillas más hinchadas y su piel se ve igual de brillosa que ahora, igual de suave. Antes tenía el cabello más oscuro, pero seguía siendo rubia. Y ahora confirmo mi teoría de que sus pechos siguen igual y su trasero más grande. Mierda, que bonita que era y que es.

Sacudo la cabeza y doblo la foto para guardarla en mi billetera. Dejo la caja sobre el estante y me llevo el reloj conmigo. Pasando por el pasillo me asomo por la puerta de la sala, donde veo la televisión prendida y a mis dos hermanos menores durmiendo en los sillones. Niego con la cabeza y subo a mi habitación.

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En la mañana vamos a la casa de mi madre donde nos espera con un almuerzo, su esposo y sus hijastros, con los cuales no me llevo. Mamá cocinó su famoso guiso de verdura, del cual Tyler y Logan se quejaron de comerlo anoche. Lo que a mí me recuerda que Aubrey comió con ellos, pero me obligo a dejarlo pasar.

Pasamos la tarde con ellos y a merendar llegan Jordan, Olivia y Charlie para unirse a nosotros.

Cuando me canso de socializar llevo a mis hermanos menores a casa y yo voy a casa de mi novia. Ayer no la pude llamar y hoy temprano estaba mandándome mensaje para que viniera a verla. Oigo gritos en el interior y reconozco su voz.